El 2024 terminó con un panorama mixto para el sector privado de la construcción de viviendas en Argentina. Si bien se lograron avances importantes, los desafíos persisten en un contexto inflacionario que puso a prueba la rentabilidad y la capacidad de adaptación de los desarrolladores inmobiliarios. Durante este año, los costos de edificar aumentaron un 145%, lo que elevó el precio promedio del metro cuadrado a más de USD 1.500. Este incremento obligó a buscar alternativas para sostener la actividad.
A pesar de los obstáculos, el mercado mostró signos de dinamismo. El regreso de los créditos hipotecarios y el blanqueo de capitales impulsaron nuevas oportunidades. Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), sostuvo: “2024 fue un año positivo en varios aspectos, pero desafiante para el desarrollo inmobiliario. El mercado de alquileres se reactivó tras la derogación de la Ley de Alquileres y la compraventa de unidades usadas creció considerablemente, pero el aumento de los costos en dólares complicó el desarrollo de nuevos proyectos”. Según Tabakman, 2025 podría traer un ajuste al alza en los precios de las propiedades, lo que mejoraría el equilibrio financiero del sector.

Factores clave del año
La derogación de la Ley de Alquileres y el retorno del crédito hipotecario fueron considerados puntos de inflexión. Tabakman destacó el impacto del DNU 1017/24, que habilitó hipotecas divisibles y derechos reales de superficie. Estas medidas podrían transformar el acceso a la vivienda: “Esto permitirá a los desarrolladores contar con financiamiento a largo plazo para proyectos en pozo, dinamizando la economía y fomentando el crecimiento sostenido del sector”.
El primer cuatrimestre de 2024 estuvo marcado por un fuerte crecimiento del índice de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), que alcanzó un 50% impulsado por la devaluación del peso a fines de 2023. Este aumento llevó los costos de construcción a niveles récord, aunque la tendencia comenzó a desacelerarse hacia octubre, con incrementos mensuales del 1%.
Compra desde el pozo
La modalidad de compra de inmuebles en pozo se consolidó como una estrategia atractiva tanto para quienes buscan vivienda propia como para inversores. Según Zonaprop, el metro cuadrado en pozo alcanzó un valor promedio de USD 2.741 en octubre de 2024, con un incremento anual del 15,3%. Aunque estos valores aún están por debajo del pico de 2018, la tendencia es ascendente.
Comprar en pozo permite acceder a un valor menor al de un inmueble terminado, lo que convierte esta modalidad en una inversión rentable para la reventa. Además, la flexibilidad del esquema financiero, que no exige contar con todo el dinero de forma inmediata. Esta opción facilita la diversificación del capital y asegura ingresos futuros mediante el alquiler o la reventa.
Los costos de los insumos también impactaron en el sector. Durante 2024, materiales como porcelanatos y cerámicas registraron aumentos significativos. Los porcelanatos oscilaron entre $5.000 y $30.000 por metro cuadrado, mientras que las cerámicas partieron desde $5.000 por metro cuadrado. Otros insumos, como griferías y sanitarios, mostraron una amplia dispersión de precios, con inodoros que fueron desde $40.000 hasta más de $1.000.000.

Perspectivas para 2025
De cara al próximo año, el sector inmobiliario proyecta un aumento del 25% en las operaciones y un renovado interés por el ladrillo como refugio de valor. Tabakman remarcó la importancia de proyectos como el Parque de Innovación en Nuñez y las iniciativas urbanísticas en el microcentro porteño, que podrían generar un importante flujo de inversiones.
El 2024 cerró con un sector inmobiliario resiliente, que supo adaptarse a las adversidades económicas y mostró signos de recuperación. Sin embargo, el camino hacia un crecimiento sostenido depende de la estabilidad macroeconómica, la consolidación del financiamiento y la promoción de políticas que favorezcan la previsibilidad.