El diseñador de ambientes Daniel Colino plantea que la mejora no pasa por “achicar muebles” ni por multiplicarlos, sino por organizar el espacio con decisiones de distribución que reduzcan obstáculos y concentren funciones.
Citado por la revista especializada El Mueble, Colino resumió su enfoque en una idea central: “La clave está en el diseño, en acertar bien y saber jugar con el espacio que tenemos”. Su recurso más repetido es agrupar electrodomésticos en “torres” o bloques, para liberar superficie útil, despejar la vista y ganar funcionalidad en cocinas compactas, especialmente en formatos abiertos hacia el living.
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La estrategia: dos bloques para cuatro electrodomésticos
En una intervención reciente, Colino trabajó sobre un problema frecuente en cocinas integradas: un bloque central que condiciona la distribución y fragmenta el ambiente. La salida, según el caso, fue concentrar cuatro electrodomésticos en apenas dos bloques, integrados al mueble principal y resueltos con cajones amplios. El efecto buscado es doble: más espacio de guardado sin sumar nuevos volúmenes y una lectura visual más limpia, con menos elementos interrumpiendo líneas y recorridos.

Cómo se arman los bloques
El esquema que propone el diseñador se apoya en dos conjuntos principales:
- Bloque 1: frigorífico XL en torre independiente. La elección es un equipo de gran porte —mencionado como “de 2 metros y 70 cm de ancho”— con puerta de cristal mate antihuellas. La decisión de ubicarlo en una torre separada apunta a dejar otras paredes disponibles para ampliar mesada o priorizar muebles bajos, una solución clave cuando el perímetro es limitado.
- Bloque 2: vinoteca, horno y microondas alineados y a una altura definida. El segundo conjunto integra estos tres electrodomésticos en un mismo plano. La referencia técnica del diseño es la altura de uso: “Todavía conseguimos que el microondas nos quede a una altura de 1,30”, explicó Colino. Con esa medida, el acceso queda más cómodo y seguro, un punto sensible en cocinas chicas donde las maniobras suelen hacerse en espacios ajustados.
El objetivo final del planteo es reducir “frentes” visuales y mejorar la lógica de uso cotidiano: menos superficies saturadas, más continuidad en la circulación y electrodomésticos ubicados donde estorben menos. En palabras del diseñador, la premisa es lograr “funcionalidad y estilo sin saturar el espacio”, concentrando decisiones en distribución y no en cantidad de muebles.
Fuente: TN
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024





