La construcción y la edificación se perfilan como sectores fundamentales en la lucha contra el cambio climático, responsables de un 37% del consumo energético a nivel global. La urgencia de transformar sus prácticas hacia modelos más sostenibles es innegable, y Argentina está impulsando múltiples iniciativas en este sentido. Uno de los proyectos más destacados es la propuesta de una ley de etiquetado de eficiencia energética, que busca orientar al sector hacia prácticas de baja emisión de carbono en línea con el Acuerdo de París. Sin embargo, los expertos y funcionarios coinciden en que no se debe esperar a la implementación de esta legislación para comenzar con los cambios.
En la apertura del evento Green Building 2024, Cristian Lagos, presidente del Argentina Green Building Council y director de Negocios en Schneider Electric, destacó la relevancia de desarrollar soluciones locales para mejorar la eficiencia energética y reducir la emisión de carbono. “La sostenibilidad es ya un tema prioritario en la agenda política de Argentina”, enfatizó, poniendo de relieve la importancia de trabajar desde el ámbito nacional para cumplir con las metas climáticas globales.
Por su parte, Mariela Beljansky, subsecretaria de Transición y Planeamiento Energético de la Nación, subrayó que los compromisos asumidos por Argentina en términos de reducción de emisiones de carbono son amplios e involucran a toda la economía. “No se trata solo de sectores específicos; toda la economía debe adaptarse”, puntualizó. De hecho, el país tiene como objetivo no exceder las 349 megatoneladas de CO2 netas absolutas, una meta ambiciosa que requiere la implementación de cambios significativos. “Lo primero es entender”, explicó Beljansky, subrayando la necesidad de concienciar a todos los actores involucrados. Además, destacó que el sector financiero todavía enfrenta dificultades para comprender la amplitud del concepto de eficiencia energética, que va más allá de la tecnología de consumo y abarca todo el proceso de construcción, desde la elección de materiales hasta su uso eficiente en las edificaciones.
Una ley de etiquetado de eficiencia energética sería una herramienta valiosa para apoyar esta transformación, aunque Beljansky recalcó que lo esencial es que los decisores comprendan que “el cambio más costo-efectivo hacia la descarbonización es ser eficientes en el uso de la energía”. La funcionaria también planteó que muchas de las acciones necesarias dependen de “cuán eficientes seamos en descarbonizar”. Además, mencionó que está en desarrollo un mecanismo de asignación de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, que podría ofrecer un marco más claro para la regulación y el control de emisiones.
La eficiencia energética no siempre exige grandes inversiones, sino que puede lograrse a través de cambios de conducta y enfoques inteligentes en la utilización de recursos, destacó Beljansky. “La necesidad de desacelerar la carbonización es tan urgente que todos debemos empezar a implementar medidas de inmediato”, añadió, haciendo un llamado a la acción sin esperar a la promulgación de la ley.
Cuestión de etiquetado: una herramienta para el cambio
Verónica Geese, secretaria de Energía de Santa Fe, destacó el compromiso de la provincia con el etiquetado de viviendas, iniciativa en la que han trabajado desde 2016. Geese relató que, en 2023, Santa Fe implementó una nueva reglamentación, mediante la cual se trabaja junto a municipios y comunas en la aplicación de la ordenanza en localidades como Santa Fe Capital y Esperanza, con la intención de expandirla próximamente a Rosario y Rafaela. La funcionaria señaló que se están formando “etiquetadores” para impulsar la implementación del sistema y aseguró que el objetivo es que las viviendas sociales de la provincia obtengan una mejor calificación de eficiencia energética. Asimismo, Santa Fe ha apostado por la rehabilitación de edificios históricos, un proyecto que busca reflejar el compromiso estatal con la sostenibilidad más allá de las tarifas y regulaciones.
Desde el ámbito legislativo, Maximiliano Ferraro, diputado nacional y uno de los impulsores del proyecto de ley nacional de etiquetado de eficiencia energética para viviendas, enfatizó la relevancia de esta iniciativa, tanto para combatir el cambio climático como para generar ciudades más amigables y sostenibles. “Esta ley es esencial no solo desde la perspectiva climática, sino también económica, ya que permite optimizar el consumo de energía”, sostuvo Ferraro. Además, el legislador resaltó la importancia de contar con un único método de cálculo y calificación aplicable en todo el país, para garantizar que la etiqueta se convierta en un documento de referencia confiable que incentive a los desarrolladores a adoptar criterios de eficiencia en sus proyectos.
Ciudades y políticas sostenibles
Álvaro García Resta, secretario de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires, destacó el enfoque urbano en la sostenibilidad, señalando que las ciudades deben priorizar la preservación de su patrimonio arquitectónico en lugar de la demolición, adoptando prácticas que privilegien la eficiencia. “El desafío de alcanzar emisiones cero es ambicioso, pero es un camino al que debemos apuntar”, afirmó. Además, subrayó la importancia de conservar y mejorar los espacios verdes al realizar cambios estructurales en la ciudad.
García Resta opinó que no debe existir una dicotomía entre obligatoriedad e incentivos, sino que ambos enfoques pueden coexistir. Según el funcionario, cada eslabón en la cadena de valor de la construcción -desde los arquitectos hasta los desarrolladores y constructores- requiere incentivos específicos para avanzar hacia prácticas más sostenibles. “Las políticas públicas deben ser sostenibles en el tiempo”, advirtió García Resta, quien también señaló que no es apropiado importar legislación de otros países sin adaptación, ya que las condiciones locales pueden requerir soluciones propias.
Desde la secretaría de Planificación Energética de Córdoba, Sergio Mansur sostuvo que los incentivos fiscales son una herramienta poderosa para fomentar un cambio en la conducta de la sociedad hacia la sostenibilidad. “Es necesario que, luego de un tiempo, se establezcan requisitos más estrictos que obliguen a todos a seguir el camino hacia la sostenibilidad”, explicó Mansur. En Córdoba, la formación de 200 gestores energéticos permitió obtener un diagnóstico del estado ambiental de 800 pymes y establecer un plan de mejoras con financiamiento accesible. Mansur también destacó los avances en la movilidad sostenible mediante el uso de biocombustibles, lo que demuestra el compromiso de la provincia con la descarbonización en diferentes sectores, incluido el transporte.
Perspectivas de las empresas
El evento fue organizado por el Argentina Green Building Council (AGBC) en el marco de la Semana Global de la Construcción Sustentable, en colaboración con el World Green Building Council y más de 70 consejos de construcción sustentable. Entre los temas abordados destacaron los compromisos climáticos a 2050, la necesidad de que los gobiernos locales adopten energías cero netas, herramientas de ahorro energético, soluciones de energías renovables, y el compromiso del sector inmobiliario con la eficiencia energética.
En el foro participaron empresas líderes en la transición hacia prácticas de construcción sostenibles, presentando innovaciones concretas que contribuyen a reducir las emisiones de carbono. Entre ellas se encontraban Schneider Electric, Carrier, Signify, BGH, Muchtek y Saint-Gobain, todas comprometidas con la implementación de prácticas de construcción que optimicen el uso de recursos y disminuyan la huella ambiental.
Con información de La Nación