El Índice del Costo de la Construcción (ICC) marcó en octubre un incremento del 1%, el más bajo desde los primeros meses de la pandemia de Covid-19, cuando la actividad se desplomó. Este comportamiento refleja una desaceleración significativa respecto al 4,9% registrado en septiembre, atribuida en gran parte a una variación nula en los salarios de la mano de obra asalariada, que mantuvieron los costos contenidos.
Materiales: principal componente, con subas moderadas
El componente más influyente del ICC, los materiales, mostró un alza del 1,4%, por debajo del 1,7% del mes previo. Dentro de esta categoría, las mayores subas se observaron en griferías y llaves de paso (+6,3%), ascensores (+3,8%) y artículos sanitarios de loza (+3%). Por el contrario, hubo descensos en artefactos de iluminación y porteros eléctricos (-1,8%), productos metálicos para instalaciones sanitarias y eléctricas (-1,3%), y cables de media y baja tensión (-0,9%).
Mano de obra y gastos generales: aumentos mínimos
El apartado de mano de obra tuvo un incremento del 0,5%, impulsado por los subcontratos de personal (+3,1%), mientras que los salarios se mantuvieron estables. Por su parte, los gastos generales subieron 1,5%, con una incidencia destacada de los costos asociados al alquiler de andamios.
Entre los ítems que más contribuyeron al alza del índice general estuvieron ascensores, instalaciones sanitarias y contra incendios, y carpintería de madera. Por otro lado, los rubros que contrarrestaron estas subas fueron albañilería, movimiento de tierra y yesería.
Perspectiva interanual y contexto inflacionario
Según la consultora ACM, medido al tipo de cambio alternativo (CCL), los costos de la construcción aumentaron un 94,7% interanual. Aunque esta cifra sigue siendo elevada, representa una moderación en las presiones inflacionarias del sector. Sin embargo, destacan que los costos en dólares paralelos permanecen por encima del promedio del año anterior.
La desaceleración del ICC está alineada con el contexto inflacionario general. En octubre, la inflación mensual bajó del 3,5% al 2,7%, mientras que el índice de precios mayoristas también mostró una caída al 1,2%, acumulando tres meses consecutivos de desaceleración. Factores como la reducción del impuesto PAIS, la baja del dólar CCL y un retroceso en el valor de los commodities explicaron esta tendencia.
Aunque el menor incremento del ICC puede interpretarse como una señal de estabilización en el sector, persisten desafíos. La heterogeneidad en los costos por rubro y la influencia del tipo de cambio paralelo continúan generando incertidumbre. Para los próximos meses, será clave observar cómo se comportan los distintos componentes del índice en un contexto macroeconómico aún inestable.