Tras cerrar un año con 11 mil créditos hipotecarios otorgados, hay incertidumbre en el sector para el 2025

El mercado de crédito hipotecario en Argentina atravesó fluctuaciones significativas en los últimos años, pero el 2024 marcó un punto de inflexión con una notable recuperación del sistema de préstamos UVA. Un informe de la Fundación Tejido Urbano reveló que el año cerró con más de 11.000 créditos hipotecarios otorgados, evidenciando un repunte en el acceso a la vivienda a pesar de las dificultades económicas.

El acceso a la vivienda sigue siendo un problema estructural en el país, especialmente para los jóvenes de entre 25 y 35 años, quienes encuentran serios obstáculos para comprar su primera propiedad o incluso alquilar. La combinación de altos precios inmobiliarios, salarios rezagados y tasas de interés elevadas complicó aún más el panorama. Sin embargo, la reactivación del crédito UVA en 2024 permitió una mayor flexibilidad en el financiamiento y generó nuevas oportunidades para quienes buscan acceder a una vivienda propia.

El estudio destaca que, aunque los avances son notorios, el mercado inmobiliario aún enfrenta incertidumbres. En particular, el reciente aumento de las tasas de interés impone la necesidad de un monitoreo constante para garantizar la estabilidad del sistema de financiamiento.

El crédito hipotecario UVA, creado en 2016 y ajustado por inflación, fue una herramienta clave para facilitar la compra de viviendas. No obstante, su evolución estuvo marcada por dificultades, especialmente durante períodos de alta inflación que afectaron la capacidad de pago de muchos deudores.

En 2024, el gobierno impulsó medidas que incentivaron la actividad hipotecaria y mejoraron las condiciones del mercado. Entre ellas, se destacan la reducción de la demanda de financiamiento en los bancos y la implementación de un sistema más flexible en las tasas de interés. Estos cambios permitieron aumentar la confianza en las entidades financieras y en los tomadores de crédito.

A diferencia de los primeros años del sistema UVA, cuando prevalecía el desconocimiento y la incertidumbre sobre su funcionamiento, en 2024 tanto los bancos como los solicitantes estaban más familiarizados con el esquema, lo que facilitó una mayor adopción y otorgamiento de préstamos.

A pesar de los esfuerzos por reactivar el crédito hipotecario, los primeros meses de 2024 mostraron un bajo nivel de actividad. Entre enero y junio, la inestabilidad cambiaria y las dudas sobre la sostenibilidad del esquema UVA limitaron la cantidad de operaciones. Fue recién en abril cuando algunas entidades financieras comenzaron a ofrecer líneas de crédito con nuevas condiciones, aunque con una respuesta inicial moderada.

El escenario cambió a partir de julio, cuando la cantidad de créditos otorgados comenzó a crecer de manera exponencial. Factores como tasas iniciales más competitivas, una mayor disponibilidad de ingresos en dólares y una percepción generalizada de estabilidad macroeconómica impulsaron la demanda de préstamos hipotecarios. Hacia finales de año, el 2024 cerró con más de 11.000 créditos UVA concedidos, un número que representó una mejora considerable en comparación con los años anteriores.

Impacto en la economía y perspectivas para el futuro

El repunte del crédito hipotecario en 2024 representó cerca del 0,2% del Producto Bruto Interno (PBI), un porcentaje aún modesto, pero que refleja una tendencia positiva en la reactivación del sector. Cada crédito hipotecario otorgado tuvo un monto promedio de aproximadamente 75.000 dólares, lo que demuestra la relevancia económica del sistema en el mercado inmobiliario.

Sin embargo, el aumento de las tasas de interés en el último trimestre del año plantea un interrogante sobre la continuidad del dinamismo en el sector. Aunque hasta el momento el impacto sobre la demanda fue moderado, algunos especialistas advierten que la suba de costos podría dificultar el acceso al financiamiento en los próximos meses.

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