Construcción en seco y paneles orgánicos: alternativas que transforman la edificación en Argentina

Los sistemas constructivos alternativos están ganando cada vez más terreno en la Argentina. En un escenario económico complejo para el sector, marcado por el fuerte incremento en el precio de los materiales y la necesidad de optimizar los recursos, métodos como el steel frame (construcción en seco) y los paneles orgánicos de paja de trigo se posicionan como soluciones innovadoras que permiten obras más rápidas, más eficientes y con costos controlados.

La tendencia responde a un cambio estructural en la forma de encarar proyectos inmobiliarios, tanto residenciales como comerciales, y se enmarca en un contexto en el que la sustentabilidad y la eficiencia energética ocupan un lugar central en las decisiones de desarrolladores, arquitectos y usuarios finales.

Un sector en búsqueda de alternativas

La construcción tradicional basada en hormigón y ladrillos enfrenta desde hace tiempo múltiples desafíos. El aumento sostenido en los costos, la prolongada duración de las obras y la dependencia de insumos sujetos a variaciones abruptas de precios generan incertidumbre. Frente a ello, la construcción en seco se presenta como una respuesta viable, que no solo reduce plazos y costos, sino que además mejora la calidad ambiental de las viviendas y edificios.

Los sistemas alternativos no son una novedad en el mundo, pero su expansión en el país muestra un cambio en la mentalidad del sector. Ya no se los percibe como métodos marginales, sino como opciones consolidadas, capaces de competir con la construcción tradicional e incluso superarla en determinados aspectos.

Steel frame: la estructura metálica que se afianza

El steel frame es uno de los protagonistas de esta transformación. Se trata de un sistema basado en perfiles de acero galvanizado que conforman una estructura liviana y resistente. Sobre esta armazón se montan placas y materiales aislantes, lo que permite construir viviendas completas en plazos significativamente más cortos que los de la obra húmeda tradicional.

Entre sus principales ventajas se destacan:

  • Durabilidad: el acero galvanizado resiste la corrosión y conserva sus propiedades estructurales por décadas.
  • Flexibilidad arquitectónica: el sistema se adapta a distintos diseños y permite ampliaciones futuras.
  • Eficiencia energética: la incorporación de aislaciones térmicas y acústicas optimiza el confort interior.
  • Rapidez constructiva: los plazos se reducen drásticamente en comparación con el hormigón.

En Argentina, el steel frame ya dejó de ser una rareza para convertirse en una alternativa de elección, especialmente en proyectos residenciales y en viviendas unifamiliares que buscan calidad y eficiencia.

Construcción en seco
Construcción en seco

Construcción modular: fábricas que producen hogares

Otro sistema que se expande con fuerza es la construcción modular. Su lógica es industrial: las viviendas o edificios se fabrican en módulos dentro de plantas especializadas y luego se trasladan al lugar de destino, donde se ensamblan en cuestión de días.

La construcción modular presenta múltiples beneficios:

  • Reducción de tiempos: la mayor parte de la obra se desarrolla en paralelo al acondicionamiento del terreno, lo que acorta los plazos.
  • Control de calidad: al producirse en fábricas, cada módulo sigue procesos estandarizados y supervisados.
  • Versatilidad: permite crear viviendas, oficinas, locales comerciales o instalaciones temporales.
  • Sustentabilidad: al minimizar los desperdicios y optimizar los materiales, reduce el impacto ambiental.

En un contexto donde cada mes de obra implica costos adicionales en mano de obra, logística y variaciones de precios, la rapidez de la construcción modular se vuelve una ventaja decisiva.

Paneles orgánicos: innovación con paja de trigo

La más reciente incorporación a las tendencias constructivas en el país son los paneles orgánicos de paja de trigo. Se trata de un producto elaborado a partir de un núcleo 100% de paja comprimida a alta presión y temperatura. Este material se presenta como una alternativa sostenible y de alto rendimiento dentro de la construcción en seco.

Las características más relevantes de estos paneles son:

  • Origen renovable: utilizan paja de trigo, un residuo agrícola disponible en grandes cantidades.
  • Aislación térmica y acústica: su composición ofrece un rendimiento comparable o superior a otros materiales convencionales.
  • Facilidad de colocación: el sistema se integra de manera sencilla en estructuras en seco, reduciendo tiempos de montaje.
  • Sustentabilidad: al ser un producto orgánico y biodegradable, reduce la huella ambiental de la construcción.

Aunque ya tienen una presencia consolidada en Europa, en Argentina comienzan a producirse localmente. Esto implica no solo la posibilidad de abaratar costos y garantizar disponibilidad, sino también generar empleo y valor agregado en la cadena de la construcción.

La variable del tiempo: construcciones más rápidas

Uno de los aspectos más decisivos a la hora de elegir un sistema constructivo alternativo es la rapidez. Mientras una obra tradicional en hormigón demanda como mínimo un año de trabajo, las soluciones en seco reducen ese plazo a un promedio de tres a cuatro meses.

Esa diferencia de tiempo se traduce en múltiples beneficios:

  1. Ahorro económico: menos meses de obra implican menos costos indirectos.
  2. Menor exposición a subas de precios: en un escenario inflacionario, acortar plazos reduce riesgos financieros.
  3. Rápida disponibilidad: quienes invierten o necesitan habitar la vivienda acceden antes a su propiedad.

La reducción de tiempos no implica pérdida de calidad. Por el contrario, los sistemas industrializados tienden a mantener un estándar constante en los procesos y en los materiales utilizados.

Construcción en seco
Construcción en seco

Eficiencia energética: un valor agregado clave

En un contexto global donde la eficiencia energética se convirtió en un objetivo prioritario, los sistemas alternativos ofrecen ventajas significativas.

Construir en seco puede ahorrar hasta un 50% en el consumo de energía en comparación con construcciones tradicionales. Esto se debe a la incorporación de aislaciones más efectivas, al diseño pensado para minimizar pérdidas térmicas y al uso de materiales que contribuyen al confort interior durante todo el año.

La reducción en el consumo de energía no solo impacta en el bolsillo de los usuarios finales, sino también en la disminución de emisiones asociadas al uso de electricidad o combustibles para climatización. Así, la construcción en seco y los paneles orgánicos se alinean con los compromisos internacionales de mitigación del cambio climático.

Contexto económico: costos en alza y necesidad de alternativas

El auge de estas soluciones se entiende mejor al observar la coyuntura del sector. En apenas un año y medio, los costos de materiales de construcción aumentaron más de un 100% en dólares. Este salto histórico obliga a repensar cada inversión y pone en evidencia la importancia de reducir tiempos y desperdicios.

Las obras tradicionales suelen extenderse lo suficiente como para que, en el transcurso, los precios cambien varias veces. Esto genera diferencias notorias entre los cálculos iniciales y el costo real final. Frente a esa volatilidad, los sistemas industrializados ofrecen certidumbre y previsibilidad.

Al mismo tiempo, la posibilidad de producir localmente paneles orgánicos con insumos abundantes en el país abre una oportunidad estratégica: disminuir la dependencia de importaciones y fortalecer el mercado interno.

Construcción en seco
Construcción en seco

Un modelo de construcción sustentable y replicable

Más allá de lo económico, la consolidación de estos métodos representa un paso hacia un modelo de construcción más sustentable. La utilización de materiales reciclables, la reducción de desperdicios y la menor demanda energética en las viviendas son beneficios que impactan directamente en la calidad ambiental.

La experiencia internacional demuestra que estas soluciones son replicables y escalables. La Argentina, con su capacidad agrícola y su necesidad de viviendas rápidas y accesibles, tiene condiciones favorables para que los sistemas alternativos se expandan y se integren de manera definitiva al panorama constructivo.

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