A poco más de seis meses de la derogación de la Ley de Alquileres, el mercado inmobiliario e Misiones comienza a estabilizarse. Tanto las compraventas como las ofertas de alquileres y los créditos hipotecarios muestran signos de recuperación, lo que permite al sector mirar el futuro con optimismo.
Jorge Ferreira, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Misiones, se refirió al estado actual y las perspectivas del mercado inmobiliario en la provincia. En ese sentido compartió su visión sobre el sector y destacó la recuperación del mercado y los bajos índices de morosidad que se registran en la provincia comparado con lo que ocurre a nivel nacional.
Uno de las principales problemáticas para propietarios e inquilinos es el retraso en el pago de alquileres, al respecto, destacó que, pese a los desafíos económicos actuales, las demoras en los pagos en Misiones se mantienen bajos comparado con la media nacional, donde, según un informe realizado por Inquilinos Agrupados el 38% de los encuestados afirmaron que están atrasados con el pago.
Según Ferreira, uno de los factores que contribuyó a mantener baja la morosidad es el uso del Índice de Contratos de Locación (ICL) para ajustar los alquileres. Este índice considera la variación inflacionaria y la variación salarial, permitiendo ajustes más justos y acordes a la situación económica de los inquilinos. “Desde que se derogó la ley, los ajustes se hacen con el ICL, que tiene en cuenta la variación inflacionaria con la variación salarial”, afirmó Ferreira.
En ese sentido destacó que la tasa de morosidad en Misiones es relativamente baja: “Por suerte, tenemos un índice bastante bajo de incobrabilidad o demora en el pago del alquiler. Aproximadamente un 20% de los inquilinos pueden retrasarse en el pago, pero siempre se busca un buen arreglo”, detalló.
No obstante, pese a que muchos inquilinos enfrentan dificultades temporales para cumplir con los pagos, señaló que se busca encontrar soluciones sin perjudicar a las partes: “Siempre se habla con el inquilino, se le da la posibilidad de arreglar el pago y, por lo menos en mi caso, siempre tenemos un buen arreglo”, comentó. Esta práctica de negociación permite evitar medidas drásticas.
A pesar de los esfuerzos por negociar y llegar a acuerdos, existen límites de tolerancia para los impagos. Ferreira explicó que, si un inquilino acumula dos meses sin pagar, se inicia un proceso de intimación, seguido de una acción judicial de desalojo si el problema persiste. “Dos meses, o sea 60 días impagos de alquiler ya se inicia la acción de intimación, y después de la intimación ya viene la acción judicial de desalojo”, sostuvo.
Finalmente señaló que tras la derogación de la Ley de Alquileres, muchos propietarios volvieron a ofrecer sus inmuebles para alquiler, lo que aumentó considerablemente la oferta. Este incremento permitió equilibrar la oferta con la demanda, proporcionando a los inquilinos más opciones y, a su vez, estabilizando los precios de alquiler. De esta forma el sector tiene buenas expectativas para los próximos meses.