El mercado inmobiliario argentino atraviesa una etapa de consolidación en su recuperación, con cifras que reflejan una evolución positiva tanto en cantidad de operaciones como en montos involucrados. En el mes de junio se registró un incremento significativo en el número de escrituras de compraventa de inmuebles, así como también en el volumen total de dinero movilizado por estas operaciones, lo cual marca una continuidad en la tendencia de crecimiento observada durante los últimos años.
Fuerte suba interanual en las operaciones
En el sexto mes del año, el total de escrituras registradas alcanzó las 5.762 operaciones, lo que representa un aumento del 36,1% respecto al mismo mes del año anterior, cuando se habían contabilizado 4.232 transacciones. Esta cifra no solo muestra una recuperación interanual considerable, sino que también posiciona al mes de junio como uno de los más activos de la última década en términos de compraventas registradas.
En comparación con mayo, también se evidenció una suba, aunque más moderada, con un crecimiento del 2,7%. En aquel mes se habían concretado 5.610 operaciones, lo que indica cierta estabilidad con leve tendencia alcista en el corto plazo.
Montos involucrados en alza
El valor total de las operaciones inmobiliarias formalizadas en junio ascendió a $827.688 millones, marcando una suba del 128,6% respecto a junio del año anterior. Este salto cuantitativo en pesos responde tanto a un aumento en los valores de las propiedades como a una mayor cantidad de operaciones, consolidando un contexto de recuperación sostenida del sector.
El precio promedio de las operaciones se ubicó en $143.646.081, equivalentes a unos 120.054 dólares al tipo de cambio oficial promedio. Esta cifra representa un incremento interanual del 67,9% en moneda local y del 32,3% en dólares. Tales valores reflejan un doble fenómeno: por un lado, la valorización de los inmuebles en el mercado formal y, por el otro, el impacto de las variables macroeconómicas en los precios relativos.

Evolución de las escrituras con hipoteca
Uno de los datos más relevantes de junio fue el notable crecimiento en las operaciones respaldadas por créditos hipotecarios. Se registraron 1.216 escrituras con hipoteca, lo que significó un incremento del 957,4% respecto al mismo mes del año anterior. Esta cifra representa un hito en la serie histórica, ya que se trata del mejor junio en cuanto a cantidad de hipotecas formalizadas desde que comenzó a registrarse este dato en 2009.
El auge del crédito hipotecario se inscribe en un contexto de reaparición de herramientas de financiamiento dentro del sistema financiero, después de años de estancamiento. La recuperación del crédito aparece como un factor dinamizador del mercado inmobiliario, ya que amplía el acceso a la vivienda para sectores que no pueden afrontar una operación al contado.
No obstante, el ritmo de crecimiento de estas operaciones mostró una leve desaceleración respecto a mayo, cuando se habían contabilizado 1.300 hipotecas. Si bien junio marcó un récord histórico para ese mes en particular, el descenso respecto al mes anterior podría estar señalando un eventual techo en la tendencia ascendente. En el acumulado del primer semestre, se computaron 6.610 escrituras con hipoteca, lo que representa el 22% del total de compraventas realizadas en el período.
Contexto histórico y recuperación sostenida
La evolución de las escrituras durante la última década muestra un patrón de crecimiento sostenido en los últimos cinco años, particularmente en los meses de junio. Desde 2020, se observa una mejora progresiva que permite hablar de una etapa de consolidación del mercado, luego de haber atravesado años de retracción significativa. El desempeño de junio de 2025 se posiciona como el mejor de la década y el séptimo más alto desde el inicio de la serie histórica en 1998, lo que refuerza la idea de un ciclo ascendente con bases firmes.
La combinación de variables como el regreso del crédito, la estabilidad cambiaria relativa y un escenario de mayor previsibilidad en términos macroeconómicos permite proyectar que el segundo semestre del año podría continuar mostrando buenos niveles de actividad, siempre y cuando se mantenga la disponibilidad de financiamiento y no se produzcan shocks que alteren las condiciones de mercado.

Aumento en los valores del metro cuadrado
Los precios de los departamentos también acompañaron la recuperación en volumen de operaciones. El valor promedio del metro cuadrado aumentó un 0,5% en junio, ubicándose en 2.427 dólares. En la primera mitad del año, el incremento acumulado fue del 4,4%, mientras que en la comparación interanual la suba llegó al 7%.
Este repunte en los valores está íntimamente ligado al encarecimiento de los costos de construcción, que también registraron una tendencia ascendente. Según distintos relevamientos, el costo de construir en dólares aumentó un 1,2% solo en junio, acumulando una suba del 126% desde octubre del año anterior. En términos históricos, construir hoy es 3,4 veces más caro que en 2020, cuando se alcanzó el valor mínimo de la serie.
Este incremento en el costo de reposición repercute directamente sobre el precio de los inmuebles nuevos o a estrenar, ya que los desarrolladores deben cubrir márgenes y sostener la viabilidad económica de los proyectos. A su vez, también influye en la evolución de los valores de las propiedades usadas, al establecer un nuevo umbral de referencia.

Precios según tipo de propiedad
Los valores promedio por tipo de unidad también reflejan la diversidad del mercado. Un monoambiente se comercializa en promedio a 106.680 dólares, mientras que un departamento de dos ambientes ronda los 128.295 dólares. Por su parte, una unidad de tres ambientes alcanza un valor promedio de 177.220 dólares.
Este abanico de precios evidencia una segmentación del mercado según la tipología y los metros cuadrados disponibles, lo que permite una cierta flexibilidad para los distintos perfiles de demanda, desde compradores primerizos hasta quienes buscan ampliar o mejorar su vivienda.
Segmentación geográfica de precios
El análisis por zonas revela importantes disparidades según el barrio, lo que responde a factores como la ubicación, los servicios disponibles, el entorno urbano y la demanda específica. En el extremo superior del ranking se encuentran barrios con alta valorización por su calidad constructiva, conectividad y oferta de servicios. En cambio, los valores más accesibles se concentran en zonas más alejadas del centro o con menor consolidación urbana.
Esta segmentación por barrios ilustra la heterogeneidad del mercado, en el cual coexisten propiedades de alta gama con otras de valor más accesible, configurando un panorama diverso y en expansión. Las zonas más cotizadas conservan su atractivo para la inversión de mediano y largo plazo, mientras que los barrios con menor precio por metro cuadrado se perfilan como oportunidades para quienes buscan acceder a su primera vivienda.
Tendencias para el segundo semestre
De cara a lo que resta del año, el comportamiento del tipo de cambio, la evolución de las tasas de interés y la continuidad de líneas de crédito hipotecario serán determinantes para mantener el dinamismo en el mercado inmobiliario. La estabilidad cambiaria y una política activa de financiamiento podrían apuntalar la demanda, especialmente en los segmentos medios.
Por otro lado, la expectativa en torno a posibles medidas de incentivo a la construcción o desgravaciones impositivas para la compraventa de inmuebles también podría influir en las decisiones de inversión en los próximos meses. La respuesta del mercado dependerá en gran medida de la previsibilidad macroeconómica y de la confianza en las condiciones generales.
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