En un contexto de leve recuperación económica y señales de estabilidad, la venta de materiales para la construcción registró en abril una suba mensual del 10,44%, consolidando su tercer incremento consecutivo, según el Índice Construya (IC). En términos interanuales, el avance fue aún más significativo: un 25,8% en comparación con abril de 2024. Este repunte refuerza la percepción de una reactivación gradual del sector privado vinculado a la construcción.
El Índice Construya es una herramienta clave para medir el comportamiento del mercado, ya que refleja la evolución de los volúmenes vendidos por empresas líderes que producen insumos esenciales para la actividad, tales como ladrillos, cal, cemento, cerámicos, pinturas, entre otros. De acuerdo con los datos más recientes, el acumulado del primer cuatrimestre de 2025 muestra una mejora del 10,9% en comparación con el mismo período del año pasado, lo que marca un cambio de tendencia tras un 2024 signado por una fuerte contracción del 27,2%.
“En los últimos meses se está viendo una recuperación gradual en la venta de insumos para la construcción, en un contexto de creciente estabilidad macroeconómica”, señala el informe mensual del Grupo Construya. Este crecimiento responde en parte a una baja en la inflación, cierta estabilización cambiaria y señales más claras sobre el rumbo económico, que permitieron una tímida pero sostenida reactivación de obras privadas, especialmente en el sector residencial.
Pese a los alentadores datos del IC, los números oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) muestran una dinámica todavía frágil en el conjunto del sector. Según el informe del organismo correspondiente a marzo, la actividad de la construcción cayó un 4,1% en la comparación mensual desestacionalizada, y se retrajo un 15,8% respecto al mismo mes del año anterior. No obstante, el balance del primer trimestre de 2025 exhibe una suba del 5,6% interanual, lo cual refleja cierta recuperación respecto al arranque de 2024.
La divergencia entre el índice privado y los datos oficiales puede explicarse por el distinto universo que abordan. Mientras que el IC mide las ventas de materiales al sector privado, el informe del Indec abarca toda la actividad de la construcción, incluyendo obras públicas y privadas, lo cual amplía su espectro pero también lo expone a variaciones más amplias y heterogéneas.

En cuanto a los insumos específicos, los mayores aumentos interanuales en marzo se dieron en el consumo de asfalto (66,5%) y placas de yeso (62,6%), lo que podría estar relacionado con obras de infraestructura vial y refacciones interiores. En contraposición, los mosaicos graníticos y calcáreos fueron los únicos productos que mostraron una retracción (-4,7%), sugiriendo cierta desaceleración en obras de terminación o de menor escala.
El comportamiento desigual entre distintos tipos de insumos también evidencia una reactivación parcial, vinculada posiblemente a proyectos ya en marcha o nuevas obras con características específicas. Factores como los costos, la disponibilidad de financiamiento y la planificación a mediano plazo siguen condicionando la expansión total del sector.
Las expectativas de las empresas, en tanto, son mayoritariamente cautas. Según la encuesta cualitativa del Indec, el 74% de las firmas que realizan obras privadas no prevé cambios significativos en la actividad entre abril y junio. Solo un 14% anticipa una mejora. En el caso de las empresas que se dedican a la obra pública, un 24,3% se muestra optimista y espera un repunte, especialmente por la reactivación de obras que habían sido paralizadas durante el año anterior.
Si bien los datos no permiten hablar todavía de una recuperación sostenida, la continuidad de tres meses consecutivos de crecimiento en el Índice Construya ofrece una señal positiva para el sector, que venía golpeado por la incertidumbre macroeconómica, la inflación y la caída del poder adquisitivo. El desafío ahora es mantener esta tendencia en un contexto donde las condiciones financieras aún son ajustadas y la obra pública enfrenta restricciones presupuestarias.
Con un escenario aún incierto, pero con indicios de recuperación en los insumos privados, la construcción se perfila como un termómetro clave para medir la evolución del ciclo económico en los próximos meses