La pileta se consolidó como la gran compañera del verano, pero para que su disfrute se prolongue más allá de la temporada estival, es fundamental un buen mantenimiento durante todo el año. Frente a la búsqueda de soluciones más prácticas y estéticamente atractivas, los propietarios de piletas se inclinan cada vez más por materiales que requieren menos trabajo, como los revestimientos, que no solo aportan estilo, sino que también garantizan durabilidad y fácil limpieza.
Uno de los cambios más significativos en los últimos años fue la evolución en los colores de las piscinas. La clásica pileta azul quedó atrás, dando paso a tonos innovadores que hoy marcan la pauta en diseño. Según expertos los nuevos revestimientos permiten más versatilidad en la elección de los colores, ya que se presentan en una amplia gama de tonalidades. Los colores más demandados incluyen el blanco, el arena y el verde agua, mientras que algunos osados se animan a elegir tonos oscuros como el rojo y el negro.

El avance en la tecnología de revestimientos también permitó su aplicación en diferentes tipos de piletas. Hoy es posible revestir tanto las tradicionales piletas de material como las de fibra, siempre que las curvas de estas últimas lo permitan. Además de la variedad cromática, otra de las tendencias que se destaca es el uso de porcelanatos, que desplazó a las tradicionales venecitas. Este cambio se debe a sus múltiples ventajas: los porcelanatos resisten los químicos necesarios para mantener el agua en condiciones óptimas, soportan los rayos UV sin decolorarse, y son aptos para los cambios de temperatura y el congelamiento, lo que asegura su resistencia durante todo el año.
Uno de los principales beneficios de los revestimientos es la versatilidad de colores que se puede lograr según el porcelanato elegido. Los colores pueden alterar su tonalidad según la profundidad de la pileta, y, a medida que el color se oscurece, también lo hará el tono del agua. Esto puede generar efectos visuales que nos transportan a ambientes más tropicales y exóticos.
Sin embargo, los expertos recomiendan ser cautelosos al combinar colores. Aunque es posible jugar con diferentes tonos dentro de la misma pileta, la clave está en no excederse. Es importante tener en cuenta que los espesores de los revestimientos pueden variar, lo que puede afectar tanto la estética como la durabilidad del material.
Más allá de las modas, la principal razón por la cual los usuarios optan por los revestimientos es la reducción de costos en mantenimiento y materiales, y el ahorro en mano de obra para pintar. De esta manera, no solo se consigue una pileta más atractiva, sino que también se minimizan los esfuerzos de conservación, garantizando que la piscina sea, durante todo el año, un verdadero refugio de descanso y disfrute.