El fin del cepo cambiario y la estabilización del dólar impactan de lleno en los costos de construcción. Levantar una casa puede costar hasta US$3000 el m².
Con el levantamiento del cepo cambiario y un dólar más estable, el mercado de la construcción entra en una nueva etapa. Aunque se reactivaron operaciones de compraventa de inmuebles, el costo de edificar se volvió un tema central tanto para desarrolladores como para quienes buscan construir su vivienda.
Hoy, levantar una casa de 100 m² implica una inversión que va desde los US$100.000 hasta los US$300.000, según materiales y terminaciones. Los valores por metro cuadrado arrancan en US$1000 para construcciones básicas, suben a US$1500 en proyectos estándar y pueden llegar a los US$3000 en obras de alta gama. Una casa «bien hecha», con calidad media-alta, ronda los US$150.000 para esa superficie.
En barrios privados, donde predominan las construcciones premium, los costos son aún más elevados. Datos de Reporte Inmobiliario revelan que en abril de 2025, edificar una vivienda de 315 m² en un country demanda US$1.026.802. La cifra representa una suba del 6,6% solo en el primer trimestre del año y del 65% en términos interanuales. El modelo analizado contempla una casa de alta calidad, con dos plantas, jardín, cocheras y un lote de 800 m².
El factor clave detrás de este encarecimiento es la caída del dólar paralelo —blue o MEP—, que históricamente funcionó como termómetro del sector. Mientras los costos en pesos siguen ajustándose por inflación, la estabilidad (o retroceso) de la divisa genera un desfasaje: se necesitan más dólares para cubrir los mismos gastos.
Esta dinámica complica la planificación financiera de obras en curso y desalienta nuevos proyectos. “El valor en pesos puede parecer más accesible, pero cuando lo traducís a dólares, el presupuesto se dispara”, señalan desde el sector. Esto impacta tanto en desarrolladores como en quienes están dando sus primeros pasos para construir.
La baja rentabilidad y la incertidumbre en la conversión de costos podrían frenar la recuperación de la actividad, incluso en un contexto donde se esperaba mayor dinamismo tras la salida del cepo. En este nuevo escenario, ajustar estrategias y revisar proyecciones se vuelve clave para quienes apuestan a construir.