Una startup australiana desarrolló una tecnología innovadora para convertir escombros en bloques de construcción, ideales para infraestructuras críticas y refugios en situaciones de emergencia.

La startup australiana Mobile Crisis Construction (MCC) revoluciona al sector de la construcción con un método innovador para convertir escombros de edificios destruidos en bloques de construcción, similares a los populares ladrillos de Lego. Estos bloques están destinados a la construcción de infraestructuras críticas y refugios, ofreciendo una solución rápida y eficiente en situaciones de emergencia.
Esta tecnología permite que los bloques sean mucho más fáciles de construir en comparación con los ladrillos convencionales. Los bloques se apilan simplemente, formando estructuras sin necesidad de mortero especial, lo que resulta ideal para tiempos de guerra o catástrofes naturales.
La planta móvil desarrollada por MCC puede ser transportada en un contenedor de 3 metros y requiere un generador diésel para funcionar. El proceso de producción comienza con un molino de martillos que convierte los escombros en un polvo fino. Luego, la máquina mezcla este polvo con agua y cemento, produciendo los bloques de construcción.
De acuerdo con la empresa, una planta de este tipo tiene la capacidad de producir hasta 8.000 bloques diarios, suficientes para construir tres casas grandes según los cálculos del nuevo Atlas. Los bloques tardan aproximadamente una semana en endurecerse y alcanzan su resistencia total en 28 días. Además estos ladrillos son resistentes a terremotos, incendios y ciclones.

En un esfuerzo por ayudar a las zonas afectadas por conflictos, la empresa lanzó una campaña de crowdfunding para enviar una de sus máquinas a Ucrania, con el objetivo de construir refugios e infraestructuras críticas cerca de Kiev. El costo de cada máquina es de aproximadamente 80.000 dólares.