La exigencia de garantes en los contratos de alquiler sigue siendo una barrera para muchos inquilinos. La fianza privada se presenta como una alternativa eficaz, permitiendo a los inquilinos acceder a viviendas sin complicaciones y ofreciendo a los propietarios una cobertura sólida ante riesgos.
En el panorama actual del mercado inmobiliario, tras la reciente derogación de la Ley de Alquileres mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), la oferta de propiedades en alquiler presentó un aumento significativo. Sin embargo, este incremento no vino acompañado de una mayor facilidad para acceder a la vivienda, especialmente para aquellos inquilinos que enfrentan dificultades a la hora de presentar las tradicionales garantías requeridas por las inmobiliarias.
Una de las barreras más importantes que enfrentan los inquilinos en el proceso de alquiler es la exigencia de presentar dos o más garantes físicos. Este requisito, que fue parte del protocolo habitual en contratos de alquiler, se convierte en un obstáculo insalvable para muchas personas, particularmente aquellas que no cuentan con familiares o amigos dispuestos a asumir este compromiso. En respuesta a esta problemática, surgieron alternativas como las fianzas privadas o garantías de caución, que buscan facilitar el acceso a la vivienda sin necesidad de involucrar a terceros.
Tradicionalmente, los contratos de alquiler en Argentina exigen la presentación de varias garantías como una medida de seguridad para los propietarios. Estas garantías suelen incluir, entre otras, propiedades inmuebles o recibos de sueldo de personas con solvencia comprobada. Sin embargo, la realidad es que no todos los inquilinos tienen la posibilidad de contar con garantes que cumplan estos requisitos, lo que puede derivar en la imposibilidad de alquilar una vivienda.
En este contexto, la figura del fiador privado se presenta como una solución eficaz. A través de servicios de fianza o caución, empresas especializadas pueden actuar como garantes profesionales, asegurando al propietario que recibirá el pago del alquiler, servicios y expensas, aun en caso de incumplimiento por parte del inquilino. Este sistema no solo alivia a los inquilinos de la carga de buscar un garante, sino que también ofrece a los propietarios una cobertura sólida ante posibles riesgos.
Shirley Guzzo, gerente en Alucerto Internacional, una de las empresas líderes en el sector de las fianzas privadas, explicó cómo funciona este tipo de garantía y cuáles son sus beneficios tanto para inquilinos como para propietarios. En ese sentido destacó que, en lugar de depender de un garante tradicional, los inquilinos pueden optar por contratar los servicios de un fiador profesional, que asume la responsabilidad del contrato de alquiler.
“Nosotros lo que hacemos es brindar a través del servicio de fianza, que es una figura legal, la posibilidad de que el inquilino no tenga que molestar a un familiar, a un amigo o a un compañero de trabajo”, detalló Guzzo. “Contratás un servicio como el nuestro y somos nosotros quienes actuamos como ese garante o fiador profesional”, agregó.
Este tipo de garantía se volvió especialmente popular entre sectores específicos como estudiantes y extranjeros, quienes a menudo encuentran dificultades para cumplir con los requisitos tradicionales de las inmobiliarias. Sin embargo, este servicio está disponibles para cualquier persona, independientemente de su origen o condición.
Precios, requisitos y proceso de solicitud
El proceso para acceder a una garantía privada es relativamente simple y rápido, lo que lo convierte en una opción atractiva para muchos inquilinos. Según explicó Guzzo, el trámite es 100% online y solo requiere la presentación de un documento de identidad, los datos de la propiedad que se desea alquilar y la comprobación de ingresos, sin necesidad de presentar un recibo de sueldo formal.
“Nosotros pedimos que se demuestre que la persona percibe ingresos, lo cual facilita mucho el proceso para los extranjeros o para aquellos que no cuentan con un recibo de sueldo convencional”, detalló. “El análisis crediticio es muy rápido, en unos 8 segundos podemos dar una respuesta, y una vez aprobado, el inquilino solo debe abonar el valor de un mes de alquiler más el IVA para obtener la garantía”.
Este pago único cubre todo el período de duración del contrato de alquiler, eliminando la necesidad de realizar pagos adicionales mes a mes. Además, la firma del contrato se realiza de manera digital, lo que permite completar el proceso desde cualquier ubicación, sin necesidad de acudir a una oficina física.
La expansión del modelo de garantía privada
El mercado de las garantías privadas experimenta un crecimiento notable en los últimos años, impulsado por la creciente movilidad laboral y la llegada de nómadas digitales a diversas regiones del país. Guzzo señaló que la demanda de este tipo de servicios sigue en aumento, especialmente en áreas con alta afluencia de extranjeros, como lo es Misiones.
“El sistema de trabajo está cambiando mucho y cada vez hay más personas que viajan de un lugar a otro por trabajo o por estudios”, comentó. “Esto hace que sea muy difícil alquilar si no tenés personas que puedan dar fe de vos en el lugar donde querés vivir. Por eso, la figura del fiador profesional es tan importante y está creciendo tanto”, añadió.
En Misiones, la empresa estableció convenios con el Colegio de Corredores Inmobiliarios y la Cámara Inmobiliaria, lo que facilita la adopción de sus servicios por parte de los profesionales del sector. Aunque por el momento no cuentan con una oficina física en la provincia, Guzzo aseguró que cualquier corredor inmobiliario activo está capacitado para ofrecer sus servicios a los clientes interesados.
El uso de garantías privadas para alquileres residenciales y comerciales se perfila como una tendencia en alza, no solo en Misiones sino en todo el país. A medida que el mercado inmobiliario continúa evolucionando, es probable que más inquilinos opten por esta alternativa, que ofrece una solución rápida y eficaz a las barreras tradicionales del acceso a la vivienda.
