Tras la apertura del cepo al dólar oficial, el mercado de la construcción registró aumentos de precios de entre el 5% y el 10% en materiales clave como hierro, chapas y herramientas eléctricas. Sin embargo, a diferencia de otras crisis cambiarias, el sector reaccionó con moderación y los consumidores no se volcaron masivamente a las compras anticipadas.
Robertino Lukoski, empresario del rubro en la zona de San Ignacio, Corpus, Gobernador Roca y Santa Ana, explicó que si bien hubo ajustes de precios por parte de algunas firmas, “la mayoría mantuvo una actitud prudente, tanto del lado de los proveedores como de los compradores”.
“Esperábamos una apertura caótica, como otras veces, pero fue todo lo contrario. La gente actuó con cautela y sin desesperación por stockearse”, relató. En su corralón, por ejemplo, los precios aún no se modificaron: “Seguimos con los mismos valores hasta la semana que viene, esperando que el dólar oficial se estabilice”.
Lukoski aclaró que los productos con componentes importados o directamente atados al tipo de cambio, como el hierro y las chapas, sí registraron subas que acompañaron la devaluación. Pero otros insumos, como el cemento, mantuvieron incrementos previamente pautados, en torno al 4,5%.
También destacó que muchas empresas eligieron no trasladar completamente los aumentos a los consumidores, absorbiendo parte de los costos para sostener la competitividad. “Cuando la suba es de un 2 o 3%, preferimos no ajustarlo en el mostrador y esperar a una futura actualización de precios. Hoy más que nunca hay que cuidar al cliente”, sostuvo.
En cuanto al comportamiento del público, el empresario remarcó el cambio en la dinámica: “Antes, tras una devaluación, la gente corría a comprar. Ahora hay más análisis, se consulta, se compara. El consumidor está más atento y no paga cualquier precio”.
Finalmente, Lukoski señaló que el sector muestra una lenta pero sostenida recuperación en las ventas, aunque lejos de los niveles de demanda de otros años. Para adaptarse, considera clave contar con buena planificación financiera, sistemas informáticos eficientes y un enfoque centrado en el cliente. “La atención personalizada y la confianza son hoy más valiosas que nunca. El que abusa del precio, pierde”, concluyó.