Por primera vez en tres años, los precios de los arrendamientos rurales en Argentina no experimentaron un incremento en 2024, marcando un cambio significativo en la tendencia del mercado. Este fenómeno se da en un contexto de alta demanda de propiedades rurales, especialmente aquellas destinadas a la producción agrícola, según informó la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR).
A pesar de que los valores de las propiedades rurales aumentaron entre un 10% y un 15% en el mismo período, los arrendamientos mantuvieron sus valores. Este hecho es particularmente notable considerando la devaluación de diciembre pasado, que redujo drásticamente los márgenes agropecuarios. Sin embargo, el mercado se mantuvo activo, con una alta demanda de campos agrícolas y la aparición de nuevos inversores dispuestos a pagar los precios vigentes, incluso cuando algunos productores abandonaron las tierras que arrendaban por no poder convalidar los valores pedidos por los propietarios.
El alquiler agrícola actualmente presenta ventajas tanto para los propietarios como para los inquilinos. Los propietarios pueden obtener un ingreso estable y sin riesgos, diversificando su cartera de inversiones, mientras que los inquilinos buscan acceder a una mayor cantidad de tierras productivas sin necesidad de realizar una inversión inicial significativa, lo que les permite alcanzar una mayor economía de escala y reducir los costos de producción.
El mercado de alquileres rurales en Argentina sigue siendo dominado por productores locales, quienes ven en estas tierras una oportunidad única para expandir sus operaciones. Argentina se destaca como una de las mejores opciones para invertir en campos agrícolas, gracias a la fertilidad de sus tierras, un clima favorable y una infraestructura muy desarrollada en comparación con el resto de la región. Además, las expectativas por nuevas políticas económicas están fomentando la inversión en este sector.
El entorno macroeconómico y sociopolítico mundial también juega un papel importante en esta dinámica. Las inversiones en tierras agrícolas se perciben como refugios seguros frente a las fluctuaciones del mercado financiero. Esto se traduce en un aumento del interés por estos activos, a pesar de la inestabilidad económica general.
De acuerdo con las previsiones de las inmobiliarias, el mercado de alquileres rurales en Argentina continuará mostrando estabilidad en el futuro cercano. No obstante, advierten que la capacidad del sector para mantener estos precios estables dependerá en gran medida de la evolución de la demanda y de las políticas que sigan apoyando la inversión en el campo.