Tras las elecciones, dos bancos redujeron sus tasas de interés para los créditos hipotecarios, aunque los préstamos en Argentina continúan siendo mucho más costosos que en los países vecinos. Las nuevas líneas UVA, que ajustan el capital del préstamo por inflación, regresaron al mercado luego de años sin financiamiento real, y los créditos se encuentran en niveles récord de los últimos siete años.
Movimientos recientes en las tasas
En los últimos días, algunas entidades financieras ajustaron sus tasas: BBVA redujo su tasa del 10,9% al 7,5% y ICBC del 13% al 11% real. Mientras tanto, Banco Nación incrementó su tasa de 4,5% a 6%, manteniéndose como la más baja del mercado. En todos los casos, para acceder a los préstamos es necesario cumplir con requisitos como acreditar ingresos mínimos y cobrar los haberes en la misma entidad.
Aunque estas reducciones alivian parcialmente la cuota inicial, las tasas locales siguen muy por encima de los niveles de la región. El promedio de los principales bancos se ubica en 11,5%, mientras que solo tres bancos ofrecen tasas de un dígito. Por otro lado, las entidades con las tasas más altas alcanzan hasta 15%, siempre bajo requisitos específicos de acreditación de sueldo.
Comparación regional
En países vecinos, los créditos hipotecarios son considerablemente más baratos. En Chile, la tasa promedio es de 5,2%, mientras que en Uruguay se sitúa entre 3,8% y 4,5%. En Perú, aunque las tasas son mayores, la inflación se mantiene estable desde hace décadas. En Brasil, las tasas varían entre 11% y 13%, en Perú entre 6% y 9%, y en Paraguay entre 8% y 10%. En muchos de estos países, los préstamos no están indexados por inflación, lo que los hace más accesibles y predecibles.
Impacto de la inflación y el crédito UVA
El sistema UVA implica que el capital del préstamo se ajusta según la inflación, que aunque ha descendido de 211% a menos del 30% en dos años, sigue en niveles de dos dígitos y no registra un dígito anual desde hace casi 20 años. La evolución de la inflación será un factor determinante para quienes acceden a este tipo de crédito, ya que influirá directamente en la cuota mensual.
Recuperación del mercado hipotecario
Pese a los costos elevados, el crédito hipotecario volvió a ser una opción viable para algunos sectores. La combinación de inflación a la baja, salarios que recuperaron parte del poder adquisitivo en dólares y tasas más razonables permitió que muchas familias cumplan nuevamente con los requisitos de ingreso mínimo. En octubre, el crédito hipotecario creció y alcanzó los valores más altos desde 2018. Se estima que para fin de año representará 0,5% del PBI, frente a 0,04% a principios de 2024, lo que implicaría aproximadamente 40.000 nuevos propietarios.
Evolución de los precios de las propiedades
Entre 2018 y 2023, el precio del metro cuadrado en dólares cayó entre 25% y 35%, dependiendo de la zona y tipo de inmueble. Desde 2024 se observa una recuperación gradual: en algunas zonas del norte del conurbano las subas anuales oscilan entre 3% y 12%, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires los precios comenzaron a estabilizarse sin incrementos significativos. En términos históricos, las propiedades continúan más cerca del piso que del techo, ofreciendo oportunidades para los compradores.
Consideraciones para los futuros propietarios
El ingreso mínimo para acceder a un crédito vuelve a ser alcanzable y la cuota inicial de los préstamos UVA sigue siendo significativamente más baja que la de los créditos tradicionales. La evolución futura de la inflación, el precio de las propiedades y el ciclo del mercado inmobiliario son variables centrales para quienes evalúan tomar un préstamo hipotecario. Aunque las tasas no se espera que caigan drásticamente, los créditos más competitivos permiten que los ingresos acompañen la inflación, aunque requerirán proyecciones a largo plazo.
Perspectivas a mediano plazo
Si la desinflación continúa, el crédito UVA podría volverse más previsible y manejable, similar a lo que ocurre en países como Chile y Uruguay. Se proyecta que la inflación cierre 2025 en 30%, baje a 19% en 2026 y alcance 11% en 2027, por lo que recién dentro de tres años podría situarse en un dígito anual. El panorama plantea que, pese a las tasas altas, la combinación de estabilidad macroeconómica y recuperación de ingresos permite que el crédito hipotecario vuelva a ser una alternativa concreta para los hogares argentinos.
Tal vez te interese leer: https://construmis.com.ar/indice-del-costo-de-la-construccion-sube-16/





