Mientras el empleo registrado en la construcción continúa cayendo a nivel nacional, algunas regiones comienzan a mostrar indicios de recuperación. En febrero de 2025, el sector a nivel país sufrió una contracción interanual del 2,5%, con una pérdida de 9.049 puestos de trabajo en comparación con el mismo mes de 2024. Aun así, la desaceleración del ritmo de caída es evidente: ya son ocho meses consecutivos de retracción menos pronunciada.
En este escenario desigual, el Noreste Argentino (NEA) se destacó como una de las pocas regiones con crecimiento interanual del empleo en la construcción, con una suba del 10,1% que significó 1.566 nuevos puestos. No obstante, el nivel de empleo en la región sigue siendo bajo en términos históricos, ubicándose un 36% por debajo del promedio de los últimos años.
Dentro del NEA, Misiones muestra una dinámica particular. A pesar de una caída interanual del 9,7% en el empleo registrado en la construcción —una de las más altas del país— la provincia logró un leve repunte mensual en febrero, con 150 nuevos puestos en comparación con enero. Esta recuperación, aunque aún incipiente, podría marcar un cambio de tendencia si logra sostenerse.
En contraste, otras provincias del NEA como Corrientes, Chaco y Formosa registraron fuertes crecimientos interanuales: Corrientes lideró con un incremento del 26,9%, seguida por Chaco (18,5%) y Formosa (14,9%). Estas cifras reflejan un contexto económico más favorable o políticas públicas más activas en el impulso al sector en esas jurisdicciones.
Por otro lado, Misiones sobresale en el plano salarial. El salario promedio en el sector alcanzó los $778.726, con una mejora real interanual del 32,2%, lo que la posiciona entre las seis provincias con mayor recuperación del poder adquisitivo en la construcción. A nivel nacional, el salario promedio fue de $954.328, con una suba del 25,3% interanual, aunque aún un 1,1% por debajo del nivel previo al cambio de gobierno en noviembre de 2023.
En ese mismo período, Misiones mostró una mejora salarial real del 5,6%, destacándose como una excepción en un contexto adverso. Esta combinación de caída en el empleo y aumento en los ingresos plantea interrogantes sobre el tipo de obras que se están desarrollando, la localización de la actividad y el alcance de las políticas públicas en infraestructura.
A pesar de sus desafíos, Misiones empieza a mostrar algunos signos de estabilidad que, si se consolidan, podrían contribuir a revertir la tendencia negativa en el mediano plazo.