A partir de septiembre de 2025, los obreros de la construcción recibirán un aumento salarial que alcanza a todas las categorías y provincias comprendidas por el convenio colectivo de trabajo 545/08. La medida surge del acuerdo paritario alcanzado entre la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) y las cámaras empresarias del sector, y representa un ajuste que se suma a los incrementos ya aplicados en los meses anteriores.
Este nuevo escalonamiento salarial tiene un efecto directo sobre los ingresos de los trabajadores, a la vez que genera repercusiones inmediatas sobre el costo de la construcción en todo el país. La actualización, que impacta sobre todas las provincias y categorías, refleja la dinámica particular del sector petrolero y gasífero, donde la mano de obra especializada constituye un componente significativo del valor de las obras.
Alcance territorial y categorías
El convenio colectivo 545/08 clasifica a los trabajadores en diferentes categorías según su nivel de experiencia y responsabilidad: oficial especializado, oficial, medio oficial, ayudante y sereno. Las actualizaciones salariales varían según la zona geográfica, dividiendo al país en cuatro sectores principales:
- Zona A: Incluye la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Salta, Tucumán, Chaco, Corrientes, Jujuy, Misiones y otras provincias.
- Zona B: Comprende las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut.
- Zona C: Santa Cruz.
- Zona C Austral: Tierra del Fuego, considerada la región con mayores valores salariales dentro del sector.
Estas zonas fueron definidas para reflejar las diferencias de costos de vida, condiciones laborales y disponibilidad de mano de obra en cada región, así como la complejidad de las operaciones en los distintos yacimientos.
Salarios de septiembre por categoría y región
Los valores salariales a partir de septiembre quedaron establecidos de la siguiente manera:
Zona A (CABA, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Salta, Tucumán, Chaco, Corrientes, Jujuy, Misiones, entre otras):
- Oficial especializado: $5.050 por hora
- Oficial: $4.325 por hora
- Medio oficial: $3.995 por hora
- Ayudante: $3.670 por hora
- Sereno: $666.325 por mes
Zona B (Neuquén, Río Negro y Chubut):
- Oficial especializado: $5.603 por hora
- Oficial: $4.793 por hora
- Medio oficial: $4.420 por hora
- Ayudante: $4.095 por hora
- Sereno: $742.704 por mes
Zona C (Santa Cruz):
- Oficial especializado: $7.730 por hora
- Oficial: $7.240 por hora
- Medio oficial: $6.989 por hora
- Ayudante: $6.787 por hora
- Sereno: $1.110.600 por mes
Zona C Austral (Tierra del Fuego):
- Oficial especializado: $10.006 por hora
- Oficial: $8.570 por hora
- Medio oficial: $7.910 por hora
- Ayudante: $7.279 por hora
- Sereno: $1.328.216 por mes
Estas cifras reflejan un incremento acumulado respecto de los ajustes anteriores realizados sobre las bases salariales de junio y julio de 2025, consolidando un avance que beneficia a todos los trabajadores del sector, independientemente de la categoría o la región en la que se desempeñen.

Implicancias para los trabajadores
El aumento salarial constituye un alivio directo para los obreros de la construcción que desarrollan tareas en condiciones a menudo exigentes, particularmente en yacimientos de regiones patagónicas donde los factores climáticos y logísticos pueden dificultar la actividad laboral. Para los oficiales especializados y oficiales, los incrementos representan no solo un reconocimiento al nivel de responsabilidad y especialización que requieren sus funciones, sino también un reflejo del compromiso del sector empresarial con la actualización periódica de los salarios de acuerdo con la inflación y las condiciones económicas del país.
Los trabajadores de menor jerarquía, como medios oficiales y ayudantes, también reciben mejoras significativas, lo que contribuye a reducir la brecha salarial interna y a garantizar que todos los niveles de la mano de obra perciban beneficios proporcionales a su labor. Incluso los serenos, cuya tarea suele implicar vigilancia y seguridad en los yacimientos, ven incrementada su remuneración mensual, asegurando que el salario mínimo dentro de la actividad esté alineado con las necesidades básicas y la inflación.
Impacto en el costo de la construcción
Más allá de los beneficios directos para los trabajadores, los incrementos salariales tienen un efecto notable en el costo de la construcción. Según datos recientes, el Índice del Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires registró en julio un aumento del 1,6% mensual, llevando la variación acumulada del año al 10,9% y la interanual al 31%. Este incremento refleja, en gran medida, el alza de la mano de obra, que subió 1,7% durante el mes, en línea con los ajustes paritarios aplicados.
El costo de la construcción se ve afectado por diversos componentes, entre ellos la remuneración del personal, los materiales de obra y los servicios asociados. En el caso de la mano de obra, el aumento salarial pactado para septiembre contribuye a sostener la capacidad adquisitiva de los trabajadores frente a la inflación, pero también incrementa los gastos totales de las empresas constructoras. Este efecto se percibe particularmente en proyectos de gran escala, como obras petroleras y gasíferas, donde los costos de personal representan un porcentaje considerable del presupuesto total.
Por otra parte, los aumentos en tarifas de electricidad, gas y agua, autorizados por los organismos reguladores ENRE y ENARGAS, suman presión sobre los costos de operación y mantenimiento en los yacimientos. Estos incrementos, aunque no afectan directamente los salarios, forman parte de los gastos operativos que las empresas deben considerar al planificar proyectos y estimar precios finales.
Variación en materiales y suministros
El incremento salarial se produce en un contexto donde los materiales de construcción también registran cambios en sus precios. Algunos insumos, como artefactos eléctricos y de iluminación, han mostrado fuertes alzas, mientras que productos metálicos y de hormigón han experimentado descensos en su cotización. Este comportamiento mixto de los materiales contribuye a moderar parcialmente la presión sobre los costos totales, aunque no elimina el impacto de los aumentos salariales.
Los materiales de obra representan un componente crítico en la planificación económica de cualquier proyecto. La suba en insumos eléctricos, por ejemplo, afecta tanto a la infraestructura general de los yacimientos como a los sistemas de seguridad y monitoreo, incrementando la inversión requerida. De manera complementaria, los descensos en algunos productos metálicos y de hormigón permiten equilibrar, en parte, el aumento de la mano de obra y otros insumos, generando un escenario de ajustes parciales en el costo total de la construcción.
Diferencias regionales y su relevancia
La segmentación salarial por zonas geográficas refleja las diferencias de costos de vida, disponibilidad de trabajadores calificados y condiciones laborales en cada región del país. Mientras que en la Zona A, que abarca gran parte del interior y el área metropolitana, los salarios son moderados, en la Zona C Austral, que incluye Tierra del Fuego, los valores son significativamente más altos. Esto responde a la necesidad de atraer y retener mano de obra especializada en regiones remotas, donde la logística y las condiciones climáticas son más exigentes.
En la Patagonia, por ejemplo, las operaciones en yacimientos requieren transporte, alojamiento y alimentación adicionales, lo que eleva los costos generales de los proyectos. Los salarios superiores buscan compensar estas condiciones y asegurar que las empresas puedan mantener equipos estables y experimentados, garantizando la continuidad de las obras sin interrupciones.
Efectos sobre el mercado laboral y la industria
Los ajustes salariales también tienen un efecto indirecto sobre la dinámica del mercado laboral en la construcción. Al aumentar la remuneración, se mejora la competitividad del sector frente a otras actividades que demandan mano de obra calificada, como la minería, la industria energética y la logística portuaria. Esto contribuye a mantener niveles adecuados de empleo, evita la fuga de trabajadores hacia otras actividades y refuerza la profesionalización de los equipos en yacimientos petrolíferos y gasíferos.
Asimismo, el aumento en los salarios puede estimular la demanda de servicios complementarios, desde transporte y alimentación hasta capacitación técnica, generando un efecto multiplicador en la economía local y regional. Empresas proveedoras de insumos y servicios asociados a la construcción pueden experimentar un incremento en la actividad, derivado de la mayor capacidad de gasto de los trabajadores y de la continuidad de las inversiones en infraestructura energética.

Perspectivas para el segundo semestre de 2025
Con los nuevos salarios ya en vigencia desde septiembre, se espera que la dinámica de la industria petrolera y gasífera continúe adaptándose a los incrementos de costos. Las empresas deberán gestionar eficientemente sus presupuestos y planificar la ejecución de obras considerando los ajustes salariales, los cambios en materiales y las variaciones en tarifas de servicios.
La tendencia de actualización periódica de los salarios, reflejada en los ajustes de junio, julio y septiembre, indica un compromiso sostenido con la protección del poder adquisitivo de los trabajadores, así como con la estabilidad del sector en su conjunto. Mantener salarios competitivos resulta clave para asegurar que los proyectos de infraestructura energética puedan desarrollarse de manera continua y segura, evitando interrupciones y garantizando la calidad de la mano de obra.
El acuerdo paritario alcanzado para septiembre de 2025 representa un paso importante en la consolidación de salarios adecuados para los obreros de la construcción que operan en yacimientos petrolíferos y gasíferos. Las actualizaciones afectan a todas las categorías, desde oficiales especializados hasta serenos, y contemplan las particularidades de cada región del país.
Más allá de los beneficios directos para los trabajadores, los incrementos salariales generan un efecto notable en el costo de la construcción y en la planificación de proyectos de infraestructura. La interacción entre los aumentos de mano de obra, los precios de materiales y las tarifas de servicios determina la estructura económica del sector, que deberá adaptarse a estas nuevas condiciones.
El equilibrio entre salarios competitivos y control de costos es esencial para garantizar la sostenibilidad del sector, mantener la calidad de las obras y fomentar el desarrollo económico regional. En este marco, septiembre de 2025 marca un hito en la evolución de la remuneración de los trabajadores de la construcción en la industria petrolera y gasífera, consolidando un escenario de mejoras salariales que benefician tanto a los empleados como al conjunto de la actividad económica vinculada a la construcción y energía.
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