Las piscinas, más que un espacio recreativo, son hoy un recurso paisajístico, de relax y de socialización para chicos y grandes. Además, los diseños contemporáneos evolucionaron, aportando sensaciones visuales y auditivas, especialmente cuando incluyen detalles como cascadas. Sin embargo, para lograr una pileta que cumpla con todas estas funciones, es fundamental considerar varios factores antes de su construcción.
Uno de los aspectos clave es la orientación. Según los expertos, es esencial que las piscinas reciban el sol de la tarde para mantener la temperatura y poder disfrutar de ellas más tiempo. Otro punto relevante es la ubicación del terreno, incluyendo su nivelación y el retiro adecuado, todo en función de las preferencias del cliente.
En cuanto al diseño, sigue predominando la preferencia por las formas rectas y minimalistas, aunque también existen piletas con formas irregulares que simulan espejos de agua. Las dimensiones de la pileta, en general, varían según las necesidades del grupo familiar. La medida estándar es de 8 x 4 metros y requiere unos 15 días de construcción. Por ejemplo, para una familia de cinco miembros, una pileta de 7 x 3 metros suele ser suficiente, aunque el tamaño puede ampliarse según el espacio disponible y el presupuesto.
En el aspecto paisajístico, los bordes infinitos son una elección recurrente cuando la ubicación permite una vista abierta, como terrenos frente al agua o campos de golf, logrando así un efecto visual único.
Una tendencia reciente es la disminución de la profundidad de las piscinas, que en las últimas décadas ha pasado de los dos metros a rangos de uno a uno y medio metros. La profundidad y tamaño dependen del uso y el grupo familiar.
Adicionalmente, se popularizaron los elementos como cerramientos y «livings» secos con fogoneros, ideales para reuniones al aire libre. La iluminación y climatización son otros detalles de gran demanda. Para la iluminación subacuática, los clientes pueden optar entre plafones redondos y barras LED, mientras que la climatización se puede conseguir mediante paneles solares o bombas de calor, extendiendo su uso más allá del verano.
En cuanto a los revestimientos, existen opciones variadas: las piedras naturales, como bali y andesite, que otorgan un aire tropical, o las venecitas con impresión digital, muy usadas en Europa. El hidrocoat, un material liso y continuo sin juntas, es otra alternativa popular en Argentina y Estados Unidos. Para quienes optan por la pintura, se recomienda realizar el mantenimiento cada cuatro años si la pileta ha sido bien cuidada. Además, los colores de moda evolucionaron hacia tonos marfil, arena y verde agua, dejando atrás el clásico azul.
En definitiva, las piscinas modernas combinan estética, funcionalidad y personalización, adaptándose a los gustos y necesidades del usuario y sumando valor a los espacios residenciales.