Con el inicio del periodo lluvioso en gran parte de América Latina, la incidencia de patologías en cubiertas de concreto, como filtraciones y humedades, aumenta significativamente. Ante este panorama, ingenieros civiles y especialistas en impermeabilización recalcan la importancia de aplicar procedimientos adecuados para la reparación y mantenimiento de losas expuestas a la intemperie, con el fin de preservar su funcionalidad estructural y habitabilidad.
Diagnóstico técnico:
La primera etapa en cualquier intervención debe ser un diagnóstico detallado. Las filtraciones suelen manifestarse a través de manchas de humedad, eflorescencias, desprendimiento de pintura o presencia de hongos en el intradós de la losa. Un análisis visual debe complementarse, idealmente, con pruebas de estanqueidad o termografía infrarroja, a fin de localizar con precisión las áreas vulnerables.
Preparación de la superficie:
Previo a cualquier intervención, la superficie debe ser sometida a una limpieza exhaustiva para remover polvo, biodeterioro (musgos, algas), residuos orgánicos y materiales sueltos. Esto puede lograrse mediante escobillado mecánico, hidrolavado a presión o arenado, dependiendo de las condiciones del soporte.
Sellado de fisuras y grietas:
El tratamiento de fisuras debe responder a su naturaleza (activa o pasiva). Para fisuras pasivas, el uso de selladores elásticos a base de poliuretano o resinas epóxicas es suficiente. En el caso de grietas activas, se recomienda la instalación de bandas impermeables o sistemas de inyección de poliuretano expansivo, que permitan acompañar los movimientos estructurales.
Impermeabilización superficial:
Una vez restaurada la integridad del soporte, se procede a la impermeabilización. Las alternativas incluyen membranas líquidas acrílicas, poliuretánicas o cementosas, seleccionadas según la exposición climática y el uso de la cubierta. La aplicación debe realizarse respetando los tiempos de curado, el espesor mínimo recomendado por el fabricante y considerando capas cruzadas para garantizar uniformidad.
Mantenimiento preventivo:
Finalmente, los especialistas recomiendan establecer un plan de mantenimiento anual que incluya inspecciones visuales, limpieza de bajantes y canaletas, y renovación periódica de la capa impermeable. Este enfoque permite extender la vida útil de las soluciones aplicadas y evita intervenciones correctivas de mayor envergadura.