Entre noviembre y abril se perdieron más de 170.000 empleos en Argentina, con el sector de la construcción como el más afectado. Un informe del CEPA revela un panorama desolador, con 177.000 despidos en el sector privado y 29.000 en la administración pública. Las políticas actuales agravan la crisis económica y laboral.
Entre noviembre del año pasado y abril del presente, Argentina sufrió la pérdida de más de 170.000 empleos, siendo el sector de la construcción el más perjudicado, según un reciente informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
En el primer semestre de este año, la destrucción de puestos de trabajo en el sector privado ascendió a 177.000 casos. La situación laboral y productiva en los sectores de la construcción, la industria manufacturera y los servicios fue analizada en este estudio, revelando un panorama desolador para los trabajadores.
Además, el informe indica que 29.000 empleados de la administración nacional también fueron desplazados en el mismo periodo. El número de empleadores registró un descenso significativo de 7.860, reflejando la severa contracción económica del país.
El informe señala que la actividad económica no repunta, con una estimación de derrumbe del 3,5% del PBI para este año. El CEPA, basándose en datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), registró 177.657 despidos y suspensiones en el sector privado. Las bajas en la construcción ascienden a 100.000, según la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), y podrían ser más, según el INDEC. En comparación con el primer trimestre del año pasado, el sector perdió 140.000 puestos de trabajo.
La paralización de la obra pública golpeó duramente tanto a la construcción como a la industria manufacturera. Las empresas con más de 500 empleados han sido las más afectadas, representando el 74% de la pérdida de empleo, con 126.244 trabajadores registrados expulsados durante los primeros meses de la gestión de Javier Milei, según el CEPA.
Impacto en otros sectores
La industria manufacturera también sufrió gravemente, con 76.311 despidos debido a la caída del consumo y la pérdida del poder adquisitivo tras la devaluación y desregulación económica. En el sector de servicios, se registraron 1.346 despidos. El sector público no ha sido inmune, con 29.604 desvinculaciones en la Administración Central y empresas estatales como Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina SE.