Esta decisión se enmarca en un proceso de simplificación de normativas, con el objetivo de facilitar los trámites para los vecinos, eliminando registros innecesarios que complicaban habilitaciones y construcciones. Se realizó mediante la abrogación de las Ordenanzas XVIII-N° 64, 136 y 140, las cuales regulaban la planificación de viviendas y obras públicas.
El concejal Héctor Cardozo, uno de los impulsores de la iniciativa, destacó que la medida busca reducir la burocracia dentro del municipio. “Estamos trabajando desde el Concejo en un proceso para disminuir la burocracia en diversos trámites municipales. Este 2024 es el año de la desburocratización”, afirmó el edil. Además, mencionó que, se presentó un proyecto para eliminar más de 20 ordenanzas que establecían pasos burocráticos innecesarios.
Entre las normativas abrogadas se encuentra el registro de constructores de veredas, un trámite que obligaba a los vecinos a elegir entre empresas habilitadas por el municipio para realizar este tipo de obras. «Era un paso burocrático que no sumaba nada. Se eliminó para dar más flexibilidad y oportunidades a los emprendedores», explicó Cardozo.
Asimismo, se eliminaron otros registros, como el de uso de baldíos y el de edificios destinados a estacionamientos. El concejal subrayó que este tipo de reglamentaciones, en su momento, tenían sentido, pero en la actualidad solo generan obstáculos. «Muchas de estas normativas datan de los años 90 y con la evolución tecnológica y social, ya no son necesarias”, concluyó.
La simplificación normativa es parte de un plan más amplio que busca mejorar la eficiencia estatal y facilitar la vida de los ciudadanos, permitiendo un mayor dinamismo en la relación entre el sector privado y la administración pública.