Las reformas en una propiedad suelen implicar un verdadero desafío. Más allá de contar con los recursos económicos necesarios, también se requiere tiempo y paciencia, además de encontrar a la persona idónea para ejecutar el trabajo. Entre las tareas más delicadas se encuentra levantar el revestimiento de pisos o paredes, ya sea cerámica o porcelanato, sin romper las piezas y poder reutilizarlas o conservarlas intactas.
Afortunadamente, existen recomendaciones y técnicas que permiten retirar estos materiales de forma cuidadosa, minimizando el riesgo de roturas. La clave está en ablandar primero la junta que rodea cada pieza, así como el adhesivo con que están pegadas, recurriendo a calor o humedad según la resistencia del material. Cuando las piezas están muy adheridas, puede ser necesario utilizar herramientas especiales y dedicar más tiempo para completar la tarea.

Paso a paso para retirar cerámicas y porcelanatos
Primer paso: ablandar la junta y el adhesivo
Para comenzar, es necesario contar con una herramienta básica como una espátula, que permitirá remover la junta o lechada, el material que rodea la cerámica o porcelanato y asegura su fijación. La tarea requiere paciencia y cuidado. En este paso se puede aplicar calor o humedad: por ejemplo, empapando la zona con una mezcla de agua caliente y vinagre para que penetre y afloje tanto la pastina como el pegamento de la pieza. Este procedimiento ayuda a que la remoción sea más segura y minimiza el riesgo de rotura.
Segundo paso: levantar la pieza
Una vez ablandada la junta, es momento de levantar la cerámica o porcelanato. Lo ideal es buscar un punto de entrada, generalmente en los bordes, donde el material pueda ser manipulado más fácilmente. Con la pastina retirada, se introduce la espátula flexible por un ángulo poco profundo debajo de la pieza. Aplicando golpes suaves con un martillo sobre la espátula y desplazando los golpes alrededor de toda la pieza, se logra aflojarla sin romperla. Finalmente, aplicando un poco de presión, la cerámica o porcelanato se levanta y se retira con cuidado.
Tercer paso: limpiar la parte trasera
Una vez retirada la pieza, es importante raspar la parte trasera para eliminar cualquier resto de pegamento o adhesivo que haya quedado. El objetivo es dejarla lo más limpia posible, permitiendo que pueda volver a colocarse en su lugar original o en otro sector de la casa.
Durante todo el proceso, es fundamental utilizar equipo de protección, como gafas y guantes, ya que los materiales pueden quebrarse y generar astillas afiladas que representan un riesgo para quien realiza la tarea. Además, es recomendable planificar con anticipación el trabajo, asegurando suficiente tiempo, materiales de protección y paciencia para conservar las piezas intactas. De esta manera, las cerámicas o porcelanatos pueden ser reutilizados después de la reforma o destinados a otro sector de la vivienda.
Cerámicas vs. porcelanatos: características y usos
Tanto la cerámica como el porcelanato son de los materiales más utilizados en pisos residenciales, pero presentan diferencias importantes que influyen en su elección según el uso y el presupuesto.
Las cerámicas son ideales para espacios de menor tránsito, como dormitorios o baños, donde no se requiere tanta resistencia. Además, permiten jugar con diseños decorativos y su renovación resulta más sencilla y frecuente. Por su parte, los porcelanatos son más adecuados para áreas de alto tránsito, como livings, comedores o salas de estar, ya que ofrecen mayor durabilidad y resistencia al desgaste.
Otro aspecto a considerar es el costo: las cerámicas suelen ser más económicas y accesibles que los porcelanatos, lo que puede ser un factor determinante al momento de planificar la reforma. La elección entre ambos materiales dependerá del uso que se le dará al espacio, la estética deseada y la inversión que se esté dispuesto a realizar.
Planificación y precauciones
Retirar cerámicas o porcelanatos requiere una planificación cuidadosa. Contar con las herramientas adecuadas, el tiempo necesario y paciencia es clave para evitar daños y garantizar que las piezas puedan ser reutilizadas. Además, el uso de protección personal reduce el riesgo de accidentes durante el proceso.
Para maximizar la posibilidad de conservar las piezas, es recomendable iniciar la remoción por los bordes, aplicar humedad o calor según la resistencia del adhesivo y proceder lentamente con golpes controlados y palanca suave. Una vez levantadas, limpiar los restos de pegamento permitirá mantener las piezas en condiciones óptimas para su reutilización.
Las reformas en pisos y paredes no tienen por qué implicar la pérdida de materiales. Con las técnicas adecuadas, cuidado y planificación, es posible remover cerámicas y porcelanatos sin romperlos, protegiendo la inversión realizada y facilitando su reutilización. Además, comprender las diferencias entre cerámica y porcelanato ayuda a elegir el material adecuado según el uso del espacio y las características de la vivienda, asegurando resultados estéticos y funcionales duraderos.
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