Desde el inicio de 2024, con la derogación de la ley de alquileres, los contratos pasaron a regirse por acuerdos libres entre propietarios e inquilinos. Uno de los principales cambios está en la modalidad de actualización de los valores, ya que los contratos pueden fijarse en pesos con ajustes por inflación, en dólares o incluso continuar utilizando el Índice de Contratos de Locación (ICL), aunque este último perdió protagonismo.
Bajo el esquema anterior, sancionado en 2020, los alquileres se actualizaban de manera anual según el ICL, calculado a partir de la inflación y la evolución salarial. Con la nueva normativa, muchas partes comenzaron a optar por contratos de dos años en pesos con ajustes atados al Índice de Precios al Consumidor (IPC), que publica el Indec a mediados de cada mes.
Un aspecto clave es la periodicidad del ajuste, que puede definirse de manera trimestral, cuatrimestral o semestral. En contextos de alta inflación, los acuerdos tienden a inclinarse por la actualización cada tres meses, mientras que en períodos de mayor estabilidad suelen adoptarse plazos más extensos.
Cómo calcular el aumento con herramientas automáticas
Existen calculadoras en línea que permiten conocer el valor actualizado de un alquiler tomando como referencia la inflación acumulada. El procedimiento es sencillo: se ingresa el monto inicial del contrato, el período de inicio y el período final del ajuste. La herramienta devuelve el nuevo valor a pagar según la variación del IPC en esos meses.
Por ejemplo, para un contrato de $650.000 firmado en junio de 2025 con ajuste trimestral en septiembre, el cálculo con datos de inflación acumulada de mayo a julio (5,11%) arroja un nuevo valor de $683.187,79.

Cómo calcularlo de manera manual
El cálculo manual requiere acceder al informe de inflación mensual del Indec y considerar las variaciones de los meses que se pretenden ajustar. No se trata de sumar porcentajes, sino de aplicar un cálculo acumulativo.
El procedimiento consiste en dividir cada valor de inflación mensual por 100, sumarle 1 y luego multiplicar todos esos resultados por el monto original del alquiler.
En un ejemplo concreto:
- Alquiler inicial: $650.000
- Inflación: mayo 1,5%, junio 1,6% y julio 1,9%
- Cálculo: 650.000 x 1,015 x 1,016 x 1,019 = $683.041
La diferencia con las calculadoras automáticas se debe a que los informes oficiales presentan valores redondeados, lo que genera variaciones mínimas en el resultado final.

Qué implica para inquilinos y propietarios
Con este esquema, los inquilinos pueden estimar con anticipación el aumento del alquiler, ya que los datos de inflación se publican a mediados de cada mes. Sin embargo, la cifra final puede variar levemente si el pago se realiza a fin de mes, cuando ya se encuentra disponible el dato de inflación más reciente.
El nuevo escenario coloca a propietarios e inquilinos en un esquema más flexible, pero también más expuesto a la volatilidad de los precios. La forma de actualizar los contratos y la periodicidad elegida se transforman así en puntos centrales de la negociación al momento de firmar un alquiler.
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