El índice del costo de la construcción (ICC) registró en septiembre de 2025 un incremento del 3,2%, el aumento más significativo del año hasta el momento, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Este crecimiento se explica por la suba del 2,9% en la categoría de materiales, 3,7% en mano de obra y 3% en gastos generales, lo que evidencia la presión sostenida sobre los costos en el sector de la construcción y la influencia directa de los salarios y tarifas en el presupuesto de obras.
Aunque el aumento registrado en septiembre es el más notable de 2025, todavía se encuentra por debajo del incremento extraordinario de diciembre de 2024, que alcanzó un 8,5%, reflejando un año con ajustes significativos en el sector. No obstante, la aceleración en septiembre marca una tendencia a la alza que los especialistas del sector siguen con atención, dado que impacta directamente en el costo final de viviendas, edificios y proyectos de infraestructura.

Mano de obra: el principal motor del aumento del ICC
El componente de mano de obra experimentó un aumento del 3,7% en septiembre, el más relevante entre las tres categorías que conforman el ICC. Este incremento está directamente vinculado a los ajustes salariales que se aplicaron a los trabajadores de la construcción en relación de dependencia, quienes recibieron un aumento del 4,2%. Por su parte, los trabajadores subcontratados, que forman parte esencial de muchas obras, registraron un incremento del 1,2%.
Estos ajustes salariales se encuentran enmarcados en el acuerdo paritario cerrado por la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), con fecha 29 de septiembre de 2025, que definió los valores de referencia para todas las categorías laborales del sector. La aplicación de estos aumentos impacta de manera directa en el costo de mano de obra de las obras, generando un efecto inmediato sobre el ICC.
El crecimiento de la mano de obra no solo refleja los incrementos pactados en los convenios salariales, sino que también evidencia la necesidad de ajustar los sueldos en un contexto inflacionario y de aumento generalizado de precios de insumos. La incidencia de la mano de obra en el ICC es fundamental, ya que representa uno de los componentes más importantes del costo total de la construcción, y cualquier ajuste salarial se traduce rápidamente en mayores valores para proyectos de vivienda, infraestructura y obras privadas.
Gastos generales: efecto de salarios y tarifas
La categoría de gastos generales del ICC aumentó un 3% en septiembre de 2025. Este crecimiento está vinculado principalmente al impacto del incremento en la mano de obra, ya que dentro de esta categoría se encuentra el ítem “Sereno”, cuyo salario se ajusta según la resolución que regula las categorías laborales del sector.
Además, los gastos generales incorporan los nuevos valores tarifarios definidos por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y ENERGAS, que también contribuyen a la suba de costos. Los aumentos de tarifas energéticas, aunque no tan visibles como los salarios, afectan directamente a los presupuestos de construcción, dado que la electricidad y el gas son insumos indispensables tanto para el funcionamiento de la maquinaria como para el mantenimiento de obras en curso.
De este modo, el incremento en gastos generales refleja una combinación de factores: los ajustes en salarios de categorías específicas y los nuevos valores de servicios esenciales, ambos elementos que se suman a la presión de los materiales y la mano de obra para empujar hacia arriba el costo global de las construcciones.
Materiales: qué insumos lideraron la suba
Dentro de la categoría de materiales, que subió un 2,9% en septiembre, algunos insumos registraron incrementos especialmente notables. Entre ellos se destacan los artefactos de iluminación y portero eléctrico, que aumentaron un 8,1%, y los ascensores, con un alza del 8%. Estos productos son esenciales en la construcción moderna, tanto en edificios residenciales como en proyectos comerciales, y su encarecimiento impacta de manera directa en la planificación de obras.
Los cables y conductores de media y baja tensión se incrementaron un 6,7%, mientras que las electrobombas subieron un 6,6%. Los aparatos de control eléctrico también se vieron afectados, con un aumento del 4,8%. En el caso de los pisos de alfombra, se registró una suba del 4,7%, y en carpintería, un aumento del 4%. Aberturas metálicas y rejas, por su parte, crecieron un 3,9%.
Estos incrementos reflejan tanto la demanda sostenida de ciertos productos como la presión inflacionaria sobre insumos estratégicos de la construcción. Cada uno de estos materiales juega un papel fundamental en la obra: desde garantizar la seguridad eléctrica y la eficiencia energética, hasta completar la estética y funcionalidad de los espacios. La subida de precios de materiales clave genera un efecto multiplicador sobre el costo total de la construcción y puede afectar los presupuestos previstos para nuevas obras o reformas.
Por otro lado, dentro de los materiales que registraron bajas, se encuentran los vidrios, que descendieron un 0,5%, y los muebles de madera para cocina, que disminuyeron un 0,3%. Si bien estas bajas son marginales en el contexto general del ICC, muestran que no todos los insumos siguen la misma tendencia, y algunos productos pueden registrar ajustes a la baja según la oferta y la demanda del mercado.
Contexto económico y tendencia del ICC
El aumento del ICC en septiembre de 2025 refleja una combinación de factores que incluyen salarios, tarifas y precios de insumos. Este comportamiento no solo afecta a las grandes obras, sino también a proyectos residenciales y a la planificación de nuevas inversiones en el sector. El incremento acumulado de los materiales, sumado a los ajustes salariales y a los gastos generales, evidencia la presión constante sobre los presupuestos de construcción y el desafío que representa mantener costos predecibles en un contexto económico dinámico.
El hecho de que septiembre haya registrado el aumento más significativo del año marca un punto de atención para desarrolladores, constructores y organismos reguladores. Aunque todavía no alcanza los niveles extraordinarios observados en diciembre de 2024, la aceleración del ICC sugiere que la combinación de aumentos salariales y suba de precios de materiales seguirá impactando en los próximos meses.
La evolución de la mano de obra, en particular, es determinante para comprender el comportamiento general del ICC. Los incrementos salariales acordados por la UOCRA y la incidencia de los subcontratistas reflejan la necesidad de adecuar los sueldos a la inflación y asegurar la continuidad de las obras. Estos ajustes no solo afectan la categoría de mano de obra, sino que repercuten en gastos generales y en el presupuesto total de construcción, generando un efecto en cadena que impacta en toda la economía del sector.
Impacto en proyectos de construcción
El aumento del ICC tiene consecuencias directas sobre la planificación de proyectos de construcción. Los desarrolladores deben ajustar presupuestos, redefinir cronogramas y reconsiderar costos de insumos y mano de obra. En particular, los aumentos significativos en materiales estratégicos, como ascensores, sistemas eléctricos y electrobombas, pueden alterar la rentabilidad prevista de las obras y exigir ajustes en los contratos con proveedores.
Por otro lado, los incrementos salariales de la mano de obra implican que los desarrolladores deben prever mayores costos de personal, tanto en relación de dependencia como subcontratado. La incorporación de estos costos en los gastos generales y en el presupuesto global de la obra es esencial para garantizar la viabilidad financiera de los proyectos.
El sector de la construcción, por su propia naturaleza, depende en gran medida de la estabilidad de precios de materiales y salarios. Cada ajuste en estas categorías impacta en la rentabilidad de las obras y en la capacidad de las empresas para cumplir con los plazos establecidos. Por eso, el seguimiento del ICC y de sus componentes es una herramienta clave para la toma de decisiones en el sector.
Materiales estratégicos y su incidencia
Entre los materiales que lideraron la suba, los artefactos de iluminación y porteros eléctricos son esenciales para la funcionalidad de edificios y viviendas. Su aumento del 8,1% en septiembre refleja la creciente demanda de tecnología aplicada a la seguridad y la eficiencia energética. Los ascensores, con un aumento del 8%, también muestran cómo los costos de elementos indispensables para la movilidad interna de los edificios pueden impactar de manera significativa en los presupuestos.
Los cables y conductores de media y baja tensión, que subieron un 6,7%, son esenciales para garantizar la distribución eléctrica en cualquier obra. Las electrobombas, con un aumento del 6,6%, son clave para sistemas de agua y calefacción, mientras que los aparatos de control eléctrico, pisos de alfombra y piezas de carpintería también registraron incrementos significativos.
Estos materiales no solo son funcionales, sino que también definen la calidad y durabilidad de las construcciones. Los aumentos de precios pueden llevar a los desarrolladores a reconsiderar la elección de materiales o ajustar presupuestos, especialmente en proyectos donde el costo de insumos representa una parte importante del total.
Tal vez te interese leer: https://construmis.com.ar/la-brecha-entre-departamentos-nuevos-y-usados-alcanza-niveles-historicos-en-2025ma/

