La reciente implementación del Decreto 777/2024, que reduce el Impuesto PAIS del 17,5% al 7,5%, generó un alivio impositivo significativo para diversos sectores de la economía argentina, incluido el metalúrgico. Esta medida, adoptada en el tercer trimestre de 2024, tiene como objetivo principal disminuir la carga sobre los productos importados, lo que permite a las industrias acceder a insumos a un menor costo y mejorar su competitividad en el mercado local e internacional.
Especialistas del área señalaron que dentro del sector metalúrgico, la reducción del Impuesto PAIS permitió una rebaja en los precios de entre el 3% y el 7%, dependiendo del grado de utilización de insumos importados en los procesos productivos, en general ninguno supera el 40%. Esta medida permitió a las empresas del sector mejorar su competitividad y reducir sus costos de producción. Asimismo, facilitó el acceso a una mayor variedad de insumos importados, lo que se traduce en una mayor flexibilidad y adaptabilidad a las demandas del mercado.
Para los consumidores, la baja en los costos significó una leve reducción de precios en productos metálicos y sus derivados, lo que dinamiza el consumo de manera moderada. No obstante, los analistas advierten que, aunque la medida es un avance importante, no es suficiente para reactivar por completo al sector. El precio del acero, por ejemplo, sigue siendo elevado en comparación con los mercados internacionales, lo que limita el impacto positivo que la reducción del Impuesto PAIS podría tener en la demanda general.
A pesar de esta reducción impositiva, el sector metalúrgico sigue enfrentando importantes desafíos. La dependencia de la obra pública, que atraviesa una situación de incertidumbre, afecta directamente a las empresas del rubro, en particular a aquellas localizadas en provincias donde estos proyectos son cruciales para su actividad económica. Asimismo, las compañías se ven obligadas a maximizar su eficiencia interna y diversificar sus fuentes de ingresos para contrarrestar la caída en la demanda y mantenerse competitivas.
Si bien la reducción del Impuesto PAIS ha representado una medida positiva para la industria metalúrgica, los problemas estructurales que enfrenta el sector no se resolverán únicamente con esta acción. Es necesario implementar un conjunto de políticas más amplio, que incluya incentivos a la inversión, mejoras en la obra pública y medidas que permitan a las empresas competir en condiciones más equitativas a nivel internacional. Solo con un enfoque integral será posible lograr un crecimiento sostenido y fortalecer al sector a largo plazo.