La migración del sector inmobiliario hacia el desarrollo inmobiliario en respuesta a las condiciones económicas, la digitalización y la falta de crédito hipotecario marcó una nueva etapa para Daviña Propiedades. Con una visión orientada a la construcción en altura y la diversificación de proyectos, la inmobiliaria se adapta a los desafíos de un mercado cada vez más competitivo y dolarizado.
El sector inmobiliario, al igual que muchas otras industrias, atraviesa un proceso de transformación forzado por las nuevas condiciones económicas y la necesidad de adaptarse al contexto digital. Pablo Daviña, gerente de Daviña Propiedades y referente en el sector, explicó cómo su inmobiliaria, que comenzó en 1965 de la mano de su padre, ha sido testigo de este cambio hacia los desarrollos inmobiliarios. Hoy estamos abocados a un proceso de digitalización y transferencia de conocimientos al área constructiva, apuntando a los desarrollos inmobiliarios, que es una de las grandes transformaciones en los negocios”, señala Daviña.
De la venta de propiedades al desarrollo inmobiliario
Según Daviña, la migración de las inmobiliarias tradicionales hacia el desarrollo inmobiliario responde a la necesidad de adaptarse a un contexto donde el crédito hipotecario es cada vez menos accesible, y los precios de los inmuebles no se ajustan a las posibilidades del mercado. “En el 2024, vimos un alivio con la baja de la inflación, lo que trajo un crecimiento incipiente en los créditos hipotecarios. Sin embargo, 2025 fue un año en el que las tasas de interés crecieron, y las operaciones crediticias se vieron reducidas”, explicó el licenciado en administración y martillero público.
Este entorno económico fluctuante llevó a muchas inmobiliarias a modificar sus estrategias, migrando de la venta directa de propiedades hacia el desarrollo de proyectos inmobiliarios que permiten ofrecer opciones más accesibles y ajustadas a las nuevas demandas del mercado.
Asimismo, Pablo añadió que el auge de los loteos, por ejemplo, se produjo durante la pandemia, pero hoy enfrenta una saturación del mercado, lo que dificulta la competitividad en ese segmento. En paralelo, los desarrollos de altura, que Daviña comenzó a implementar en 2021, continúan siendo una apuesta para este año. La diversificación del portafolio de productos en el ámbito inmobiliario fue clave para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado.
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La digitalización y su impacto en la venta
Uno de los aspectos más destacados de la transformación digital en el sector es el uso de plataformas para la visualización de propiedades. Aunque Daviña reconoció la importancia de las plataformas digitales como herramientas de visibilidad, destacó que el negocio inmobiliario sigue dependiendo en gran medida del contacto personal. “Es muy difícil cerrar una venta sin que la persona haya visto la propiedad. Durante la pandemia tuvimos un caso de venta de un lote sin que el comprador lo viera, pero eso fue una excepción”, recordó.
A pesar de que la digitalización permitió un crecimiento notable en otros sectores, el inmobiliario aún presenta desafíos, ya que la demanda sigue exigiendo la visita física para garantizar la compra. Sin embargo, Daviña es optimista respecto al futuro del sector: “Las plataformas ayudan a la visibilidad, pero no son un canal de cierre de ventas. En los próximos años, la digitalización será aún más importante, pero no será el único canal para concretar operaciones”, afirmó.
La dolarización del mercado y los desafíos económicos
Uno de los factores que transformó el mercado inmobiliario de Misiones es la tendencia hacia la dolarización, especialmente en los últimos años. Aunque el mercado no está tan dolarizado como en Buenos Aires, la alta inflación impulsó a muchos a buscar refugio en el dólar como moneda de valor. Daviña reflexionó sobre la relación entre la inflación y la compra de inmuebles: “La inflación de 2023, que alcanzó un 23% en diciembre, provocó una devaluación de la moneda, lo que hizo que muchos optaran por operar en dólares para proteger su capital”.
El impacto de la inflación sobre el costo de los materiales y la mano de obra también fue determinante en el retraso de algunos proyectos de mayor envergadura. “Hoy en día, el costo de los materiales sigue estando por encima de lo que sería razonable según la inflación, lo que dificulta la ejecución de proyectos más grandes. Sin embargo, los desarrollos más pequeños, como los de entre 200 y 1.000 metros cuadrados, siguen siendo viables y están avanzando a buen ritmo”, aseguró Daviña.
El futuro del sector inmobiliario y laa proyecciones para el 2026
Mirando hacia el futuro, Daviña es optimista en cuanto a la estabilización de la economía y la reactivación del crédito hipotecario. “Con la inflación más controlada y las tasas de interés más bajas, esperamos que los créditos hipotecarios vuelvan a ser una opción accesible en 2026”, proyectó. Sin embargo, también recalcó la importancia de un acuerdo político que estabilice las cuentas fiscales y permita una gestión transparente de los recursos.
“Lo que realmente necesitamos es un acuerdo entre las distintas facciones políticas, porque la estabilidad económica no es solo un tema económico, sino político. Si logramos controlar la inflación y reducir el riesgo país, el sector inmobiliario se beneficiará enormemente”, concluyó.
Este proceso de transformación que atraviesa el sector inmobiliario, en el que se está priorizando el desarrollo de proyectos en altura y la digitalización de la venta, refleja un cambio profundo en la forma de hacer negocios en el sector, adaptándose a las nuevas exigencias económicas, sociales y tecnológicas del presente y el futuro.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 18, 2024
