Mudarse de una vivienda a otra se convirtió en un proceso cada vez más costoso en Argentina. Según datos del portal Zonaprop, en el último año los costos asociados a las mudanzas se incrementaron un 240%.
Este aumento no solo responde a la inflación general que afecta al país, sino también a gastos específicos relacionados con el salario de los trabajadores, el precio de los combustibles y materiales esenciales para el embalaje, como las cajas. Aunque la inflación muestra señales de desaceleración, su impacto en estos servicios todavía es considerable.
Para quienes buscan cambiar de hogar, los costos de la operación inmobiliaria, ya sea por alquiler o compra, no son los únicos a tener en cuenta. La mudanza en sí misma representa un gasto significativo, que a menudo añade incertidumbre y estrés al proceso. Además del temor a posibles daños en objetos valiosos, la necesidad de coordinar múltiples detalles puede convertir lo que debería ser un nuevo comienzo en una experiencia abrumadora.
Zonaprop detalló los principales factores que influyen en la tarifa de una mudanza, que varía en función del nivel de servicio contratado:
Básico: en esta opción, el cliente se encarga de embalar sus pertenencias, mientras que la empresa de fletes se limita a la carga, el transporte y la descarga. Es la alternativa más económica, recomendada para aquellos con un presupuesto ajustado.
Premium: este servicio incluye todo el proceso, desde el embalaje hasta la descarga. La empresa se encarga de cada detalle, lo que permite una mudanza menos estresante para el cliente. Sin embargo, esta opción tiene un costo mayor que la anterior.
Moving planner: el servicio más completo y costoso. Un planificador se encarga de organizar cada aspecto de la mudanza, desde el embalaje hasta la disposición final de los muebles y objetos en la nueva vivienda.
Al momento de mudarse, es crucial evaluar detenidamente el tipo de servicio que se ajusta a las necesidades y presupuesto de cada familia. Con la inflación impactando fuertemente en los costos, una buena planificación puede marcar la diferencia entre una experiencia fluida y un proceso agotador.