El comportamiento de la economía en 2025 muestra diferencias significativas entre la actividad industrial y la construcción, dos sectores que reflejan realidades opuestas en cuanto a crecimiento y dinamismo. Mientras que la industria manufacturera evidencia un estancamiento marcado, la construcción comienza a mostrar signos de recuperación sostenida, aunque con cierta volatilidad mensual. En la comparación interanual, la actividad fabril disminuyó 0,7%, mientras que las obras crecieron 6,8%.
Durante septiembre, luego de un leve rebote en agosto, la industria experimentó una caída mensual de 0,1%, consolidando un panorama de estancamiento. En cambio, la construcción, que había avanzado un 0,5% en agosto, logró un incremento de 0,9% en el mes siguiente, reflejando una recuperación más consistente.
En el acumulado del año, la divergencia entre la industria y la construcción se hace más evidente. La actividad industrial registra un crecimiento de 3,8%, mientras que la construcción muestra un aumento de 7,8%. Esta diferencia refleja no solo la menor capacidad de recuperación de la industria, sino también la dinámica positiva que comienza a presentar el sector de obras, impulsada por la demanda de insumos, la ejecución de proyectos y la inversión en infraestructura.
Comportamiento de la industria manufacturera
El análisis por ramas de la industria manufacturera muestra que siete de las dieciséis actividades registraron caídas interanuales en septiembre. Entre las más afectadas se encuentran:
- Prendas de vestir, cuero y calzado
- Productos de metal
- Productos de caucho y plástico
- Productos textiles
- Productos minerales no metálicos
- Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes
Estas bajas reflejan dificultades en la producción, la competencia de importaciones y una demanda interna debilitada.
El comportamiento mensual de la industria, con una caída de 0,1% en septiembre tras un leve rebote en agosto, evidencia una volatilidad persistente. Los sectores exportadores, energéticos y de bienes de capital sostienen parcialmente la actividad, mientras que las ramas vinculadas al consumo interno y la construcción se ven presionadas a la baja. En el acumulado del año, la actividad industrial se mantiene por debajo de los niveles de 2024 y muestra un crecimiento limitado de 3,8%.
La heterogeneidad sectorial se refleja en el desempeño de distintas ramas. Mientras algunas, como alimentos y bebidas, presentan incrementos impulsados por subsectores específicos, como lácteos, otros sectores vinculados al consumo interno sufren caídas notables. Esta situación obliga a las empresas a ajustar estrategias, optimizar costos y buscar nuevos mercados para sostener la producción.
Recuperación de la construcción
La construcción presenta un panorama opuesto al de la industria. Después de un incremento de 0,5% en agosto, la actividad avanzó 0,9% en septiembre. El crecimiento interanual es del 6,8%, mientras que el acumulado del año llega al 7,8%. Este avance refleja la recuperación de la actividad tras caídas previas, impulsada por la demanda de proyectos privados y obras de infraestructura.
El consumo aparente de insumos para construcción evidencia aumentos significativos en septiembre con relación a igual mes del año anterior:
- Mosaicos graníticos y calcáreos: +42,9%
- Artículos sanitarios de cerámica: +42,0%
- Asfalto: +27,1%
- Hormigón elaborado: +25,1%
Estos datos muestran que la construcción se recupera de manera sostenida, con incremento de la demanda de materiales fundamentales para la ejecución de obras.
Volatilidad y dinámica sectorial
A pesar de la recuperación, la construcción mantiene cierta volatilidad. Los despachos de cemento y otros insumos clave se ubican por encima de los niveles de un año atrás, pero siguen por debajo de los observados en 2023 y 2019. Esto indica que, aunque la actividad crece, el sector aún no ha alcanzado la plena consolidación.
El empleo registrado en construcción refleja un crecimiento gradual, de aproximadamente 0,8% mensual. Esto indica que la incorporación de trabajadores formales avanza lentamente, acompañando el ritmo de ejecución de proyectos sin alcanzar todavía los niveles de años anteriores. La relación entre empleo e inversión muestra que cada incremento en la actividad requiere recursos humanos capacitados y disponibilidad de insumos.
En la industria, la volatilidad se mantiene y la recuperación pierde fuerza. La actividad muestra estancamiento, con sectores exportadores y de bienes de capital sosteniendo la producción, mientras que ramas ligadas al consumo interno sufren presión a la baja. La combinación de competencia de importaciones, menores ventas y ajuste financiero genera un escenario de incertidumbre para la industria manufacturera.
Comparación entre industria y construcción
La divergencia entre industria y construcción se observa claramente en los datos interanuales y acumulados. La industria cae 0,7% interanual y presenta estancamiento mensual, mientras que la construcción crece 6,8% interanual y 0,9% mensual. Esto evidencia la menor capacidad de recuperación del sector fabril frente a la reactivación sostenida de las obras.
La construcción muestra signos de consolidación, con incremento en consumo de insumos, incorporación de empleo formal y ejecución constante de proyectos. La industria mantiene un rebote heterogéneo y limitado, con caídas en ramas relevantes y un estancamiento generalizado que requiere ajustes estratégicos para mejorar la competitividad y la producción.

Perspectivas y desafíos
El contraste entre ambos sectores evidencia la complejidad de la economía actual. La construcción, con crecimiento sostenido, enfrenta desafíos relacionados con la disponibilidad de insumos, la logística de ejecución y la consolidación del empleo formal. La industria, con estancamiento y caídas en sectores específicos, requiere medidas estratégicas que fomenten la producción y la competitividad frente a la competencia interna y externa.
Si la construcción mantiene su ritmo de recuperación, podrá consolidar niveles de actividad superiores a los observados en periodos anteriores, con mayor consumo de insumos y empleo formal. La industria deberá enfrentar desafíos mayores para revertir el estancamiento, mejorar la productividad y lograr un crecimiento sostenido en los próximos meses.
En resumen, la actividad industrial y la construcción presentan panoramas opuestos en 2025. La construcción crece y se recupera, aunque con volatilidad mensual, mientras que la industria mantiene un estancamiento marcado y enfrenta caídas en sectores clave. La planificación estratégica, la gestión de insumos y la incorporación de empleo formal son fundamentales para consolidar la recuperación de la construcción y revertir el estancamiento industrial, asegurando estabilidad y crecimiento sostenido en ambos sectores.
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